Recibí en días recientes un nuevo libro editado por la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED). Varios ejemplares de una importante obra de Antonio Gramsci me fueron entregados por el licenciado Gabino Martínez Guzmán, para distribuirlos entre trabajadores de la educación y la cultura, como parte de un proyecto de divulgación de autores clásicos y contemporáneos. Me parece digna de comentarse esta labor que la UJED ha emprendido.
Siendo director del Instituto de Investigaciones Históricas de la mencionada universidad, el licenciado Gabino Martínez supo desarrollar, entre otras líneas de trabajo, una orientada a estimular la producción y publicación de textos de autores locales, con el respaldo del entonces rector licenciado José Ramón Hernández Meraz, labor que arrojó durante el tiempo que dirigió el Instituto el nada despreciable saldo de treinta títulos editados, fundamentalmente dedicados a temas de historia como es de suponerse, no sólo porque sea esta materia la razón de ser de esa dependencia universitaria, sino porque el promotor de la iniciativa es un reconocido estudioso de la historia de Durango y de México, quien además es un consistente lector con quien se puede platicar sobre diversos autores nacionales o extranjeros y de quien se puede aprender acerca de muy variados temas.
A partir de lo anterior y ya en funciones el nuevo rector de la UJED, el contador público Rubén Calderón Luján, quien además de tener un adecuado manejo de los números es un hombre de letras, con estudios de Posgrado en Filosofía según sabemos, la universidad confió al licenciado Martínez Guzmán dos nuevos proyectos por demás interesantes: contar con un canal de televisión bajo la denominación TVUJED y el inicio de una Editorial universitaria. Estos dos proyectos representan para una institución como la señalada, que no es ni una universidad muy grande ni de abundante presupuesto, grandes pasos en el cumplimiento de la función sustantiva de divulgar la cultura.
Hoy sabemos que a pocos meses de haber empezado a operar el área de ediciones de la UJED, pues arrancó en agosto de 2005, se han publicado diez libros con tirajes de mil ejemplares cada título, entre los que se cuenta una excelente edición de los Apuntes para mis Hijos de Benito Juárez, con motivo del Bicentenario de su natalicio, en muy buen formato y con material de calidad. Además han aparecido con el sello UJED/editorial obras de autores como Bertrand Russell, Julio Mazarino, Gustave Flaubert, Antonio Gramsci y Nellie Campobello, entre otros. Filosofía, Teoría Política, Literatura, son algunos de los campos sobre los cuales se nos invita a leer desde la UJED, a través de los textos ya publicados y en circulación, pero también en ciertos espacios televisivos del propio canal universitario desde donde se busca fomentar la lectura.
¡Cuán importante tarea! No siempre cuidada en los ámbitos universitarios, pues cabe preguntar: ¿En cuántas instituciones de educación superior del país, públicas o privadas, se destina presupuesto para la edición de buenos libros y el fomento de la lectura?
Donde esto ocurra habrá que reconocerlo y valorarlo en su justa dimensión, por el enorme reto que representa en este tiempo que requiere de jóvenes con un mayor espíritu crítico, formados para una ciudadanía activa, preocupados por los problemas sociales, sensibles ante las situaciones de injusticia y desigualdad, interesados en construir su propia ruta. A todo ello contribuye la lectura, actividad fundamental que posibilita el acceso al saber, pero también la fortaleza del pensamiento y el ensanchamiento de nuestro horizonte como seres humanos en una sociedad que se ha venido deshumanizando.
Entiendo que lo hecho hasta ahora no es suficiente para impactar plenamente en la comunidad universitaria y trascenderla, pero son pasos importantes que estamos seguros han costado grandes esfuerzos y cuyo reconocimiento no debe ser regateado. Los estudiantes y los maestros tendrán que hacer su parte, pues no basta la edición de libros para contar con buenos lectores. Se debe ir construyendo un ambiente propicio para ello. Posiblemente ayude que se publiquen algunos libros de textos necesarios para ciertas materias en las distintas carreras y que los potenciales lectores sugieran temas y autores para diversificar el catálogo e ir llegando cada vez más al gusto de la gente. Ayudará también el que se esté pensando en intercambios editoriales con otras universidades, así como formar parte de asociaciones vinculadas al libro y a la lectura. Todo esto será posible con el apoyo de las autoridades universitarias encabezadas por el rector y con el tesón y profesionalismo de los encargados de los proyectos editorial y televisivo de la UJED, pues cuando las cosas se hacen con pasión, con conocimiento de causa, se tiene asegurado el éxito. Especialmente cuando se trata de fomentar la lectura, es menester que los promotores de tal iniciativa sean hombres y mujeres cultivados en el constante acercamiento y diálogo con los buenos libros y sus autores, como es el caso de quienes están al frente de los proyectos referidos.
