Esta será la última canción que canto para ti. Ya lo decidí, lo pensé bien, no quiero más seguir así. La letra de esta bella melodía interpretada por Lolita da pie al comentario respecto a las declaraciones vertidas por Ricardo Antonio La Volpe al reportero Miguel Gurwitz de la televisora San Ángel en la emisión dominical de La Jugada.
Digo que la canción sirve de apoyo porque será la última ocasión en que este servidor comente con usted, amable lector, cualquier cosa que no sea meramente futbolística en torno al estratega de la selección nacional.
Si la entrevista no estuviera fechada, rescataría a un La Volpe que pensé había quedado en el pasado.
Desaliñado, irrespetuoso, contradictorio y con ese dejo de prepotencia que hace creer que la autoridad moral para decidir quién está capacitado para la crítica o qué tema puede ponerse en el tapete de la discusión dimana solamente de él.
Ricardo La Volpe arguye en su favor, se pregunta, contesta a medias y deja en el aire la sensación de que al primero que quiere convencer de sus patrañas es precisamente a sí mismo.
La inseguridad de Ricardo se viste con el ropón de la altanería, y así, desde el púlpito al que lo han elevado las autoridades federativas, defiende su proyecto de selección y, al más puro estilo lavolpista, lo hace atacando.
En su charla intercala explicaciones sobre la no convocatoria a Cuauhtémoc Blanco que, lejos de aclarar, enturbia las aguas.
Al caso de Óscar ?Conejo? Pérez le da carpetazo manifestando que no desea que nada ni nadie le haga sombra a la titularidad de Oswaldo Sánchez; que se sepa, nadie en su sano juicio cuestiona la capacidad del arquero tapatío, pero en otra perla que no tiene desperdicio La Volpe afirma que si fueran compadres entre ellos no habría problema en llevar al meta del Cruz Azul. O sea, que el Tri es un club de cuates.
Arremete contra Miguel Mejía Barón por criticarle su chicle, su hablar y sus modos; Cepilla a Tomás Boy y lo llama fracasado; Afirma ser el hacedor de una decena de técnicos fruto de su escuela, (qué atrasado estoy de noticias pues ignoraba que existiera la Real y Pontificia Universidad Lavolpista para Técnicos de Futbol) y dice que hasta Mario Carrillo y Luis Fernando Tena han abrevado de su conocimiento, pero ellos en calidad de oyentes.
Provoca pena que en un momento de unión y de mirar lejos para nuestro futbol, el responsable del Tri salga en cadena nacional a rumiar sus rencores.
La entrevista termina con Ricardo Antonio La Volpe haciendo un recuento de lo mucho que él ha hecho por engrandecer al futbol mexicano.
En su lista habla de la Copa Confederaciones donde el mundo, según su dicho, volteó a ver a México y lo encumbró a alturas insospechadas.
Olvida el fracaso en la Copa América, el papelón en los Juegos Olímpicos y que se calificó en segundo lugar, detrás de Estados Unidos, en la eliminatoria más sencilla de la historia.
En fin, se acabó para mí Ricardo La Volpe como persona; ya tendremos tiempo para hablar del técnico.
