Cayó el gigante, el favorito, el equipo simpático, los magos, el scratch de oro, los campeones del mundo. Brasil se va con bastante mas pena que gloria de un Mundial que parecía diseñado para ganarlo.
Así como la Doctrina Monroe señalaba ?América para los americanos? parece que en Alemania 2006 la divisa es Europa para los europeos. Por lo menos así han quedado diseñadas las semifinales al enfrentar a Portugal ante Francia y al anfitrión Alemania ante la fuerza azzurri de los italianos en partidos que serán de tronío.
Inglaterra cayó ante Portugal fruto de la irresponsabilidad. El niño terrible del futbol británico Wayne Rooney se hizo expulsar cuando quedaba un largo trecho de partido por delante y le obsequió una oportunidad dorada al cuadro lusitano. Sin embargo, los ingleses aguantaron vara y lograron llegar vivos hasta los penales, confiando fundamentalmente en su fortaleza mental.
Pero los penales son impredecibles y los divos del cuadro de la rosa fallaron la grande ante el arquero Ricardo que se erigió en el héroe del encuentro. Es más, implantó un nuevo record al atajar tres penales consecutivos en la serie reglamentaria y contribuyó a echar del Mundial a uno de los favoritos y a Portugal a convertirse en el invitado incómodo pues es el único semifinalista que nunca ha sido campeón del mundo.
Los ingleses no pudieron anotar el gol que los pudo llevar a, por lo menos , disputar un par de encuentros más y quedaron muy mal con un distinguido aficionado que estaba en las tribunas, nada menos que ?su majestad satánica? don Mike Jagger, vocalista de los Rolling Stones.
En fin, Portugal, contlapache de México en el Grupo D llega a una instancia similar a la lograda hace cuarenta años en Inglaterra y con grandes posibilidades de crecer.
La otra llave presentó la crónica de una muerte anunciada: La eliminación de Brasil, el favorito de las multitudes.
El cuadro amazónico enfrentó al primer escollo serio en su peregrinar mundialista y mostró todas las carencias que hicieron pensar a algunos que se podía caer.
Los dirigidos por Carlos Alberto Parreira nunca encontraron el nivel que hiciera emparejar el talento individual con el esfuerzo grupal y en el pecado llevaron la penitencia .Los de a de veras jamás aparecieron y el público en la Copa del Mundo y los millones de televidentes que siguen el evento por televisión tuvieron que conformarse con las escasas pinceladas de Ronaldo, Robinho, Kaká, Adriano y de un hombre que vino a Alemania con lente oscuro, bronceador y toalla, visa de turista y cámara portátil: El famosísimo Ronaldinho.
El Mundial da y quita y al astro del Barcelona francamente le restó bonos luego de haber ganado la Liga en España y la codiciada Champions en Europa y quizá por ello no se empleó a fondo en la vitrina universal. Caso contrario al de Osorio, Pavel, Fonseca y Salcido quienes se supone estarán en clubes del viejo continente la próxima temporada en el clásico dicho mexicano ?de lo perdido, lo que aparezca?.
Francia dio un gran partido de la mano del ?jubilado? Zinedine Zidane a quién todo mundo quiere despedir pero el único que tiene en mente cuando será es el propio astro francés. Los españoles lo daban por muerto y los brasileños, en voz de Roberto Carlos pensaban conminarlo a no retirarse. Que risa debe tener ?Zizou? de ver levantarse el vuelo de Varig, línea oficial brasileña, con todos los millones de dólares en piernas y sueños que salen del Mundial por la puerta de atrás.
Así como en los equipos de Grandes Ligas se retira el número de una gran figura de la lista cuando se va del deporte, yo propongo que ahora que se va Zidane se retire la última letra del alfabeto. Quizá sin Z se vería raro el abecedario pero con ello la Real Academia de la Lengua Española y el mundo rendirían un merecido homenaje al último de los grandes caudillos.
