El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Parecía como el último día de clases en el Corona. Los lugares estaban repletos de aficionados que, aunque faltaron en gran parte del torneo, asistieron por lo menos a su examen final.
De hecho, para algunos jugadores del Santos Laguna era su última oportunidad de demostrar si vale la pena que permanezcan en el equipo o bien sólo para tener la fotografía del recuerdo.
Gabriel Palmeros, ex jugador albiverde, retornaba por primera vez a la Comarca hecho un titular en el cuadro chiapanecos y un poco más maduro.
Inicia el juego con un tiro desde la media cancha de Salvador Cabañas a la portería defendida por Mauricio Caranta. En los primeros minutos la defensa santista entra en momentos de confusión y desconcierto, como quien al ver las primeras preguntas de la prueba se angustia de no saber las respuestas.
Rafael Medina se entrega en el inicio del partido, no quiere dejar al equipo, pero conforme pasa el tiempo el ex chiva va directo a ser ex guerrero. Rafael Grimaldo aún no se encuentra en el terreno de juego, los nervios de las primeras jornadas se hacen presentes. Armando Gallegos ya defiende como mayor y ahora juega con más soltura.
Los felinos chiapanecos sigilosos anuncian que no vinieron de paseo, quieren hacer daño y dejar a la afición lagunera sin disfrutar de un triunfo en este torneo en casa.
Por momentos no pasa nada interesante en la cancha, mientras que en las tribunas de nueva cuenta ?La Komún? se enfrenta al cuerpo de seguridad pública. Las cosas se ponen al rojo vivo, al grado que las miradas se enfocan a la sección de Sol, esperando que no pase a mayores. Parece que todo está controlado, aunque hay una tensa calma de que esto vaya a crecer y salirse de control.
El árbitro resiente el calor lagunero, ya que empieza a marcar faltas que parecen obra de un espejismo del desierto. Por ejemplo, el penal que marca para Jaguares, que pone adelante a Chiapas en el marcador, y el penal a favor de los laguneros que no se atreve a marcar. Los asistentes le envían saludos a Jorge Gasso, que aún no da el ?estirón? para ser un silbante de categoría.
Ya en el terreno de juego, el silbante se vuelve más protagonista. Pero la presión del estadio y una mano en el área chiapaneca hacen que Gasso marque la pena máxima a favor de los Guerreros. Los gritos de ?c...lero, c...lero? cambian por los de ?árbitro justo?.
Rodrigo Ruiz cobra el penalty y el público se le entrega, saben que puede ser la última actuación del ?Pony? como santista. ?Pony, Pony? grita el Corona, ?ora sí, verdad... ya lo quieren?, comenta otro aficionado.
Concluye la primera parte y el triunfo ansiado parece que se quedará para otra ocasión. El gusto por el futbol espectacular que en algún ayer tuvo la afición lagunera gracias a los Guerreros, tendrá que espera para mejor momento, ya que los albiverde se meten de lleno a la carrera por no descender a la Primera A. Buscar los puntos y no el lucimiento puede ser la condición.
Para el complemento, Jaguares tiene las garras bien afiladas con la entrada de Carlos Ochoa. Graniolatti mantiene el mismo esquema. Desde el comienzo Santos Laguna recuerda que juega en casa y ataca la portería del ?Gato? Ortiz.
Sin embargo, Chiapas quiere aprovechar todas las posibilidades de gol, pero Mauricio Caranta se hace presente como ya es una costumbre. Hay cosas que no cambian, Palmeros sigue con la mira un poco desviada, al mandar un tiro fuera del área a las tribunas.
Grimaldo toma confianza y envía un pase a profundidad, que toma Rodrigo Ruiz para realizar una anotación de fuerza y coraje.
En las tribunas el apoyo es total para ?El Pony?, mientras que algunos aficionados se meten con ?Tato? Noriega, ?fuera ?El Tato?, fuera ?El Tato??.
El estadio estalla en júbilo, algo que no sucedía en todo el torneo. ?El Misionero? Castillo sale entre aplausos, algo que tampoco pasaba en el Corona.
Santos va por el tercer tanto, mientras ?El Pony? se multiplica por todo el campo, a tal grado que después de una gran jugada individual casi anota un gol más pero la pelota se estrella en el larguero y casi pone la cereza en el pastel.
?La Tribu? se mete con ?El Gato? Ortiz, reavivando una vieja pugna que hay entre este portero y esta porra. Se agota el tiempo y parece cercana la victoria, pero, como pasó en todo el torneo, no podía hacerse muchas ilusiones.
Por fin le regresa la voz al Corona, con el grito de ?Santos, Santos?. Finalmente, el silbatazo final alivia los corazones albiverdes, la primera victoria en casa llega en el último juego.