Durango

Labra su tierra y su vida

Madres de familia se ven en la necesidad de sacar adelante a sus hijos, solas, sin un compañero

El Siglo de Durango

Fue madre desde los 16 años y trabajó la tierra por diez años, sin que lograra alguna producción. Socorro Rodríguez Sánchez, de 47 años de edad, es ejidataria del predio Lázaro Cárdenas (antes Garabitos); su vida ha sido difícil, porque su esposo desde hace 12 años se fue a vivir con otra familia y desde entonces se preocupa y vive por sus nueve hijos que procreó con esfuerzo y sacrificio.

Socorro, como es conocida en el poblado ejidal, comentó en exclusiva para El Siglo de Durango cómo ha sido su vida desde que su esposo se fue; al principio fue difícil porque ni siquiera tenía para darles de comer a sus animales, pero después, con la ayuda de sus hijos, -de los que actualmente cuatro viven en Estados Unidos- ha podido salir adelante.

Antes ordeñaba sus vacas para vender la leche bronca, pero el mercado fue a la baja, ya que la gente empezó a comprar leche pasteurizada y de allí ya no tuvo otro ingreso más.

Narró que se casó a los 15 años, siendo apenas una niña, y a los 16 años tuvo a su primera hija, a la que llamó Beatriz; después naciieron Luis Antonio, Dora, Araceli, María del Carmen, Francisco, María Guadalupe, Trinidad y finalmente Carolina.

De todos ellos, después de que su esposo la dejó, tuvo el apoyo suficiente para seguir adelante, ya que se armó de valor para trabajar la tierra a fin de darles de comer a nueve hijos.

Socorro comentó que ella no sabía nada de la tierra, ni cómo barbechar y sembrar, ni mucho menos conocía los ciclos, tampoco sabía ordeñar ni se encargaba de los animales, por lo que la necesidad hizo que poco a poco aprendiera.

Fueron diez años que a pesar de que sembraba avena, no crecía por lo que toda la producción se perdía; lo importante era cosechar para no perder el respaldo del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), ya que se tiene que cultivar porque después no llega el dinero.

También, debido al tiempo, fue perdiendo el ganado, ya que era mucho, y no lo pudo atender lo suficiente para que llegara a producir un buen número de animales. Actualmente solamente tiene 12 vacas.

Sus tierras, afortunadamente, son de riego (por lo que no fue afectada por la sequía); el agua llega a las parcelas desde la Presa Garabitos, en donde pagan una cuota para que les liberen el líquido, y es propietaria de tres hectáreas de las cuales siembra una, con avena y maíz, cuya producción es para alimentar a sus animales.

El deseo de Socorro es que para el próximo año pueda trabajar dos hectáreas y para comercializar la avena y el maíz; sin embargo, para ella será más difícil porque se elevará más el costo de producción, pero aun así mantiene la esperanza de volver a cosechar las tres hectáreas.

El poco ganado que tiene y los becerros que nacen los vende al mercado local y con ello mantiene a sus hijos que se encuentran estudiando.

?De la tierra yo no vivo; lo que obtengo de ahí se lo comen los animales y aparte necesito dinero para los hijos, la escuela, la despensa?, expresó Socorro.

Los cuatro hijos que tiene viviendo en Estados Unidos apoyan a Socorro para que siga trabajando la tierra, porque son ellos y su trabajo como intendente en un escuela los únicos recursos económicos que obtiene para sostener a sus cinco hijos que aún viven con ella.

Actualmente Socorro tiene empleados para que le trabajen la tierra, y son sus hijos quienes le mandan para pagar para que ella siga cosechando y para darle mantenimiento al poco ganado que posee.

Por producción gasta aproximadamente dos mil 500 pesos, entre sueldos y la compra de todos los insumos para mantener la tierra; sus expectativas son que para el próximo año esta cantidad se eleve y así incorporar otra hectárea más.

A ninguno de los hijos que actualmente viven con ella le gusta el campo, por lo que la motivan a que venda sus animales, pero en su afán de tener un patrimonio para toda su descendencia sigue trabajando en el campo, esperando que algún día regresen sus hijos que están lejos y puedan hacer crecer el negocio familiar.

Celebración

Para este 10 de mayo, día en que se celebra a las madres en México, los hijos de Socorro Rodríguez Sánchez han planeado hacer una carne asada en su casa, así como darle algunos presentes en agradecimiento por el esfuerzo que ha hecho para mantenerlos y darles lo mejor.

Apuntó que probablemente trabaje en la escuela, en donde también tendrán un festejo, y después habrá una rica comida que celebrará con sus cinco hijos y dos nietos que viven aquí.

Familia

La Señora Socorro tuvo nueve hijos:

Beatriz

Luis Antonio

Dora

Araceli

María del Carmen

Francisco

María Guadalupe

Trinidad

Carolina

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

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