En los últimos siete meses han caído estrepitosamente las ventas en la ciudad, aseguran los obrajeros
El Siglo de Durango
La inversión de 20 millones en el Parque Industrial Ladrillero, que inició desde 2003, se concibió con la intención de resolver la añeja contaminación provocada por estas fábricas, durante décadas, en perjuicio del medio ambiente y de la ciudadanía, por los daños respiratorios y diversas enfermedades que puede causar a miles que viven alrededor de las mismas.
Sin embargo, a raíz de que el actual Gobierno Municipal impulsó de manera intensiva la reubicación de los obradores al poblado Pino Suárez, sede del Parque Industrial ubicado a 22 kilómetros de la ciudad de Durango, se intensificó también la percepción de que el Municipio compró un problema, más que una posible alternativa de solución a la contaminación ambiental.
Según el padrón más confiable del Gobierno Municipal de Durango (el más reciente), en la capital duranguense se convive con 447 ladrilleras, de las cuales, prácticamente todas se localizan dentro de la mancha urbana, y solamente seis en el medio rural.
Pero, a decir de los productores y defensores del gremio, en este sector industrial logran su subsistencia económica cerca de diez mil personas, ya sea directa o indirectamente.
Por lo cual, unos piden y otros exigen que no se les menosprecie por parte de las autoridades, pues una y otra vez afirman que si se han dedicado a ese trabajo a pesar de sus consecuencias, es porque los gobiernos no han podido generar otras alternativas mejores de empleo.
En los últimos siete meses prácticamente no ha habido obra pública en el estado, situación que ha provocado estrepitosa caída del 70 por ciento en la venta de ladrillos en esta ciudad, informó la Unión de Industriales Ladrilleros de Durango.
Armando Mora Serrano, líder de la organización, señaló que por otro lado les preocupa la falta de decisión del Gobierno Municipal para reubicar a los quemadores de tabiques, ya que se edificaron 140 espacios de producción y hasta el momento sólo dos de ellos han sido ocupados.
ALGO QUÉ CELEBRAR
Es actualmente el marco de la celebración del 49 aniversario de la fundación de la Unión de Ladrilleros de Durango. Los fabricantes adheridos a esta organización seguramente festejarán su día el próximo 11 de abril, como cada año lo hacen, con una misa especial en el Templo de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Armando Mora Serrano es su dirigente, quien hace un año visualizaba un panorama complejo para el sector, ya que padecían la acumulación de grandes inventarios de este insumo de la construcción, así como de reducción las ventas, pues para estas fechas siempre se paralizan y tienden a disminuir.
Con 400 obradores adheridos a la Unión, la producción promedio de cada fábrica es de 15 mil ladrillos a la quincena, es decir, 30 mil tabiques por mes. Algunos más, algunos menos. Y son las cifras que en general se manejan en el gremio productor.
Esta cifra implica que la generación mensual por parte de este gremio es aproximadamente de 12 millones de ladrillos.
Armando Mora dejaba claro hace precisamente un año: ?Siempre, después de Semana Santa, tenemos una baja considerable, ya que no se reactiva bien la obra pública?.
Para estas fechas, los cálculos de algunos ladrilleros apuntan a que hay planchas de hasta 110 mil ladrillos embodegadas por productores que no encuentran mercado para colocar los bloques de construcción.
Y al hablar del precio, lejos de incrementar el millar de tabiques, los socios de la Unión de Industriales Ladrilleros ha llegado al grado de disminuir su costo de 900 pesos que valía a finales de 2004, a 700 ó 750 ?los mejor vendidos a 800 pesos por cada mil-, con tal de colocar el producto.
Los fabricantes dicen que cada obrador ocupa de cuatro a diez personas, y se ofrece trabajo indirecto para los proveedores de los diversos insumos como tierra, aserrín, combustibles y de traslados; aunque también se benefician intermediarios, vendedores finales y construsctores.
RADIOGRAFÍA
Ellos aseguran que producir un millar de ladrillo les cuesta de 600 a 650 pesos, y lo venden a 700 o máximo 800 pesos por cada mil, lo que representa que de una quema de 20 mil ladrillos, obtienen una utilidad de tres mil 500 a cuatro mil pesos, luego de descontar salarios, insumos y demás gastos.
Hoy, a diferencia de hace un año, el sector suma a sus preocupaciones el hecho de que la reubicación de sus fábricas es inminente. Por lo pronto no será forzada, pero llegará un momento, y pronto, en que sí se tendrá que obligar a los fabricantes a que, o destruyan sus quemadores y se reubiquen, o utilicen mecanismos no contaminantes con el uso de gas, muy lejano en gastos para su economía y sus niveles de utilidad.
Y también, a diferencia de hace un año cuando conmemoraron el 48 aniversario de su agrupación con una misa en la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, de la colonia Hipódromo, los ladrilleros enfrentan al menos dos vertientes de un problema que antes no era tan claro ni tan firme. Hoy sí: su reubicación:
1.- Que los coyotes han logrado bajar los precios del millar de ladrillo al controlar los precios en 400 ó 500 pesos por cada mil;
2.- Que el Parque Industrial, la opción de reubicación que promuve el Municipio, les representa trabajar a 22 kilómetros de la ciudad, con las incomodidades que ello implica.
VISIÓN OFICIAL
Desde la visión gubernamental, el Parque Ladrillero interesa a varios actores sociales preocupados por el medio ambiente, pero también al propio Municipio, quien dice tener la clara intención de convertir este sector, actualmente con procedimientos rudimentarios de producción, en un ente industrial competitivo.
Incluso, en ese sentido el sábado 8 de abril, Emiliano Hernández Camargo, secretario del Ayuntamiento, ratificó que son varias las vertientes que interesan a las autoridades en el entorno de este proyecto.
?La reubicación de las ladrilleras que contaminan la ciudad, reconversión del proceso tecnológico para la quema cambiando a un combustible menos contaminante, así como la transformación de los productores ladrilleros a microempresarios, son las tres grandes vertientes del programa del Parque Industrial Ladrillero, que lleva como gran objetivo mejorar la calidad del medio ambiente?, dijo.
Enfático, precisó el funcionario: ?no hay marcha atrás en este proyecto elaborado por Proyección Siglo XXI, y que ha iniciado desde 2003 con la participación de dependencias estatales, federales y municipales y, recientemente con diputados del Congreso del Estado como actores que se interesan por la conservación del medio ambiente y apoyan el proyecto del Parque Industrial Ladrillero?.
?Obviamente participan y se involucran convencidamente la gran mayoría de los productores de ladrillo que han tomado conciencia sobre la importancia de conservar lo mas sano posible el medio ambiente, por lo que prevalece el diálogo, la negociación y la legalidad, tanto como el involucramiento de la sociedad y los tres órdenes de gobierno, a través de las dependencias relacionadas con esta gran tarea de sostener limpio el medio ambiente?, expresó en un comunicado.
EXPECTATIVA
En el proyecto de reubicación de ladrilleros, han participado dependencias e instancias como la Semarnat, Sedesol, Recursos Naturales y Medio Ambiente del estado de Durango; Obras Publicas y recientemente diputados, principalmente integrantes de la Comisión de Ecología del Congreso del Estado.
?No se debe perder de vista que el parque se construyó bajo un estricto análisis de impacto ambiental y se realizaron los estudios pertinente para determinar el lugar, la zona y varios factores, es decir, el parque no se ubica donde esta solo por un capricho de alguien. Ese es el lugar adecuado?, subrayó Hernández Camargo.
Y concluyó: ?a estas alturas, gran parte de la sociedad conoce los beneficios que las instalaciones del Parque Industrial Ladrillero brinda a los trabajadores de esta industria, mismos que habrán de contar mejores condiciones y procesos más modernos y sobre todo aprenderán a trabajar como verdaderos microempresarios?.
La realidad es que al corte del sábado 8 de abril, cerca de 70 ladrilleras han aceptado su reubicación e instalación en el Parque Industrial, de un total de 447. El Municipio dice que sí logrará convencer al menos a 350 fabricantes. Pero ahí están los liderazgos de los diferentes grupos más inconformes con el proyecto, quienes tajantemente dicen no a la propuesta municipal de solución al problema de la contaminación ambiental.
Hechos recientes
En las últimas dos semanas éste ha sido el comportamiento del tema...
Viernes 24 de marzo: Cabildo recibe a los líderes sociales José Ángel Velásquez y Leopoldo Aldama Haro, de la organización Fuerza Social. Se les promete una mesa de diálogo.
Sábado 25 de marzo: Autoridades de diversas dependencias municipales realizan un operativo de clausuras en 26 fábricas en las colonias José Ángel Leal y José Revueltas.
Lunes 27 de marzo: Representantes del Municipio atienden un contingente que reclama las clausuras y rechaza su reubicación.
Viernes 31 de marzo: Se reúnen funcionarios con este grupo de Fuerza Socia. Pero no hay acuerdos.
Viernes 31 de marzo: Firman un convenio CMIC, Canadevi, Arquitectos, Ingenieros Civiles, Gobierno del Estado y Municipal para comprar únicamente ladrillo ecológico elaborado preferentemente en el Parque Industrial.
Sábado 1 de abril: El alcalde Jorge Herrera Delgado dejó claro que no se detendrá el proyecto del Parque Industrial Ladrillero.
Domingo 2 de abril.- Se da a conocer el pacto de la primera venta importante de ladrillo hecho en el Parque Industrual: 45 mil tabiques para una obra del Instituto Tecnológico de Durango (ITD).
Martes 4 de abril.- Se provoca caos vial por una manifestación de ladrilleros en avenida 20 de Noviembre. Los productores exigieron diálogo para no clausurar más obradores y trabajar con las normas ecológicas que se les indiquen.
Miércoles 5 de abril.- Por segundo día consecutivo, los ladrilleros continuaron con sus manifestaciones y esta vez bloquearon las calles de 5 de Febrero y Zaragoza; pedían ser atendidos por diputados locales del Congreso del Estado.
Jueves 6 de abril.- Se reunen regidores y diputados para dirimir diferencias sobre el tema. Acuerdan que no haya vuelta de hoja con la reubicación de ladrilleros, ni tampoco consideraciones para no ejercer clausuras por parte del Municipio.
Fuente: Investigación El Siglo de Durango.
