RELATO DE FE| PARA DON FERNANDO "VOLVER A VER ES VOLVER A VIVIR"
Varios doctores le dijeron al señor Lara Güereca que no iba a recuperar su vista, pero él no se dio por vencido.
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Durante más de 23 años estuvo al frente de los ranchos de un conocido empresario. Como buen conocedor de armas, nadie era más rápido al disparar. Un día su luz se apagó. No más praderas, no más caballos ni trabajos donde tuviera que encargarse de la seguridad de nada ni de nadie, ahora dependía de un guía y un bastón. Hoy, para Fernando Lara Güereca volver a ver es volver a vivir.
?El campo era mi felicidad y de repente se me oscureció el mundo?, dice Fernando quien a sus 76 años de edad asegura haber renacido tras un infierno de varios meses. De ser un hombre activo llegó a ser alguien dependiente cuyas lágrimas corrían por sus mejillas en la oscuridad de su ceguera.
Hace ocho años perdió el ojo derecho a causa de una técnica médica mal utilizada en una venita que se reventó y obstruyó la retina. En enero de este año comenzó con los mismos síntomas que tuvo anteriormente en el ojo izquierdo hasta que perdió por completo la vista. Un renombrado médico le aseguró que no volvería a ver nunca más.
?La causa aparente fue glaucoma pero, a ciencia cierta, nunca lo supe; consulté a cuatro de los mejores oftalmólogos de la región pero nada pudieron hacer para ayudarme aunque fuera parcialmente?, dice Lara Güereca, quien confiesa que nunca se resignó.
En su camino en busca de la salud, sólo su familia y su fe en Dios lo acompañaron. Parte del dinero y pertenencias que contemplaba para su vejez los utilizó en el pago de doctores y estudios vendiendo forzosamente sus amadas pistolas. Se hizo de ellas en el periodo en el que trabajó como parte del equipo de seguridad de tres gobernadores de Durango.
Una de las curas que le ofrecieron consistía en una inyección cuyo costo era de 12 mil pesos y los resultados no eran seguros, su eficacia era poco probada e incluso había la posibilidad de que sus males aumentaran. ?Me rajé lleno de miedo y no acepté?. En marzo, un pariente llamado Alfredo Salazar que radica en Cd. Juárez, Chihuahua, le recomendó a un médico de Guadalajara, Jalisco, de nombre Arturo Santos García.
Dicho doctor, asegura, le ayudó a perder el miedo y luego de tres horas de exámenes determinó conjuntamente con su equipo de trabajo que le pondrían una inyección asegurándole que en 15 días habría resultados favorables.
?Yo me pregunto ¿por qué muchos médicos no emplean palabras de aliento que no cuestan y tienen un valor casi divino? Uno necesita esperanza pero también que reconozcan cuando la solución del problema no está en sus manos?, dice Fernando.
Al día siguiente de la aplicación, tenía que estar de nuevo con el doctor Santos. Sin embargo, desde temprano y mientras se hospedaba con su esposa en el hotel Génova de Guadalajara, descubrió una notable mejoría en su vista cuando se encontró frente al espejo tras tomar una ducha. El matrimonio acudió a la catedral a dar gracias.
?Juro por nuestro Señor que cuando nos dirigíamos a la clínica a bordo de un taxi, yo podía ver los automóviles que nos rebasaban, los colores, los edificios, conocí la clínica en donde me devolvieron la vista, el doctor y su equipo, cuando le dije que podía verlo, me dijo que entonces yo era consentido de Dios?, asegura Fernando, quien señala que la fe y la oración le curaron el alma.
Al hacer un recuento de lo vivido, de no poder contribuir con los gastos del hogar, de haber gastado más de cincuenta mil pesos en médicos y estudios, hoy tiene un dulce recuerdo de aquel estado donde conoció al equipo de médicos que lo llevaron a recuperar su salud y ver de nuevo la sonrisa de sus nietos. Con los médicos Arturo Santos García y Carlos Naranjo Ahumada estará eternamente agradecido.
?Será porque considero que en Guadalajara volví a nacer, mi intención es que la gente sepa que siempre hay esperanza, no importa lo que digan los doctores, la última palabra la tiene Dios, pero no hay que abandonarse, para mí volver a ver es volver a vivir?.
Contacto
Para tener contacto con Fernando Lara Güereca comunicarse al número telefónico 725 23 30. Al doctor Arturo Santos García se le localiza en los teléfonos: (33) 3848-5468, 3611-1469, 01-800-715 50 50 y su consultorio se encuentra en bulevar Puerta de Hierro 5150-202 A en Zapopan, Jalisco.
?CONSENTIDO DE DIOS?
?Juro por nuestro Señor que cuando nos dirigíamos a la clínica a bordo de un taxi, yo podía ver los automóviles que nos rebasaban, los colores, los edificios, conocí la clínica en donde me devolvieron la vista, cuando le dije (al doctor) que podía verlo, me dijo que entonces yo era consentido de Dios?.
Fernando Lara Güereca