El Siglo de Torreón
MATAMOROS, COAH.- Los vagabundos han tomado viejos escalones, bancas de la Plaza Principal y cualquier esquina, como un buen lugar para dormir.
Acurrucado en un escalón del edificio donde se localiza la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), justo en el corazón del centro de Matamoros, se podía observar a un hombre, mal vestido, con su pelo y uñas largas, y con peculiar olor tomando una siesta.
La gente trataba de ignorarlo pero era imposible. Para algunos pequeños que pasaban por enfrente de él, les generaba miedo por su apariencia, por lo que preferían caminar por en medio de la calle, sin importarles que podrían poner en riesgo su vida.
A pesar de las miradas que se concentraban en aquel hombre, éste continuaba dormido en un profundo sueño, del que pareciera no despertaría nunca.
En la esquina de aquella cuadra donde se encontraba aquel vagabundo, de los que rara vez se pueden ver en las calles de esta ciudad, estaba un par de elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), así como de la delegación de Tránsito y Vialidad, quienes en ningún momento hicieron el intento por subirlo a alguna de sus unidades para trasladarlo a un albergue o bien a las instalaciones del Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia (DIF), institución facultada para dar apoyo a quienes así lo requieran.
Un par de horas después, el hombre despertó de aquel profundo sueño para después seguir recorriendo las calles de la ciudad sin rumbo fijo.