Ha quedado definida la Gran Final de la Copa del Mundo y la escenificarán dos países con tradición futbolística como Italia y Francia y después de lo que se ha visto en el torneo, parece justo el arribo de este par al partido grande.
Con la llegada de galos e italos se confirma que muchos son los convidados pero pocos los elegidos en el banquete futbolístico pues equipos van y vienen pero la Gran Final la juegan siempre los mismos o lo que es lo mismo, todavía hay clases sociales.
En la historia del Mundial sólo siete países han logrado levantar el trofeo que en algunas ediciones se llamó Jules Rimet, en honor al Presidente de la Federación Internacional quién fue un decidido impulsor del proyecto de hacer la Copa del Mundo y que se adjudicó en propiedad Brasil al ganar el evento en tres ocasiones, Suecia 58, Chile 62 y México 70 y el que ahora recibe el nombre simplemente de Copa FIFA y que jamás se otorga a perpetuidad.
Los libros consignan a varios equipos que han intentado colarse al selecto grupo de la realeza pero han muerto en el intento. El famoso ?caballo negro? es decir, aquel cuadro que llega al evento sin mucho ruido sin que nadie lo haga favorito y le mete un susto al mas pintado.
Uno de los grandes ejemplos fue el llamado ?ballet húngaro? que jugó la Copa del Mundo de Suiza en 1954 deslumbrando al Mundo y conformándose con el subcampeonato al caer ante el poderoso cuadro de Alemania.
Posteriormente vimos a la famosa ?Naranja Mecánica? de Holanda que revolucionó el concepto moderno del balompié con jugadores polifuncionales que no guardaban posición fija en el campo pero que se quedó en la orilla en dos ocasiones consecutivas al perder la Final en Alemania 74 y Argentina 78 coincidentalmente ante los anfitriones.
Bulgaria, luego de eliminar a México en aquella fatídica tanda de penales en Estados Unidos 94 hizo soñar con que por fin un plebeyo se pondría la corona, el cetro y la capa de armiño reservadas para la realeza pero no, lo bajaron de la nube en Semifinales.
La Croacia de Francia 98 y la Turquía del 2002 también osaron invadir los jardines de Palacio pero fueron ruidosamente expulsados y no lograron concretar el sueño de codearse con los amos del Imperio.
En este Mundial el equipo que se acercó al Parnaso fue Portugal. De la mano de un Técnico carismático y ganador como Luiz Felipe Scolari se metieron hasta la ronda previa a la Final con grandes posibilidades pero en su camino estaba la Francia de Zidane y hasta ahí llegaron. Ahora tendrán que conformarse con jugar el odioso partido por el tercer y cuarto lugar que es un premio de consolación bastante furris para un Mundial.
Al final del encuentro entre lusitanos y franceses, el gran Felipao, como le dicen al entrenador de Portugal, arremetió contra el arbitraje del uruguayo Jorge Larrionda hablando incluso de mafias. Se equivoca Luiz Felipe, la verdad es que a su equipo le faltó la contundencia y la frialdad necesarias para vencer a un equipo que creció en el torneo y se perfila como un digno contendiente para la Final.
Portugal es un equipo que juega bien al futbol, con buen trato a la pelota y una alegría que contagia a la tribuna pero son indisciplinados reglamentaria y tácticamente y se vuelven vulnerables a la provocación .
Figo no pudo coronar su carrera, brillantísima por cierto, ganando el Mundial. En contrapartida su amigo y ex-compañero del Madrid, Zinedine Zidane puede ganar la última batalla antes de su adiós.