Ghana, el último equipo de África que sigue en carrera en la Copa Mundial, pregona que cuenta con una virtud que Brasil, su próximo rival, carece: cohesión.
Ghaneses y brasileños se toparán el martes en Dortmundo por los octavos de final.
WUERZBURGO, ALEMANIA
AP
El técnico de Ghana Ratomir Dujkovic reconoció que el favoritismo de Brasil es inmenso, pero advirtió que el plantel de luminarias de los pentacampeones mundial podría ser su talón de Aquiles.
"Le tengo fe a nuestros muchachos. Tienen los recursos para frenar a Brasil", dijo el timonel serbia, que condujo a Ghana a victoria ante la República Checa y Estados Unidos para obtener la clasificación en su debut en los mundiales.
"No están jugando tan bien como antes con tanta estrella. Las individualidades son excelentes. Pero como equipo no son la misma cosa", opinó
Dujkovic. "Es una ventaja enfrentarlo ahora que en la final, ya que en una final siempre se crecen. Nuestra baza es lo colectivo".
Pero el poder de fuego de Brasil no deja de intimidar.
En otras novedades de Ghana, el delantero Razak Pimpong y el volante Haminu Draman, quienes salieron golpeados en el duelo ante Estados Unidos al cerrar la primera etapa, estarán en condiciones de jugar ante Brasil.
Ghana también recupera al atacante Asamoah Gyan y al volante Sulley Muntari, ausentes del partido previo por suspensiones.
Para el capitán Stephen Appiah, dijo que lo que más le inquieta es la facilidad con que Brasil hace pagar un error.
"Tenemos que estar concentrados al 120 por ciento, porque tienen jugadores que en dos jugadores pueden cambiar el rumbo del partido", afirmó Appiah.