Alguien podría decir de quién son las siguientes frases: Para que vivamos mejor, Por el bien de todos, Primero los pobres, Para que las cosas se hagan, Valor y pasión por México, Honestidad valiente, Contigo es posible, Tu voz es ley, Manos limpias, Fulanito sí puede, Mano con mano y otras por el estilo.
Son frases que en los últimos días están por todos lados. Nada más salir de nuestras casas nos las topamos, en las calles, en los espectaculares, en los arbotantes de alumbrado, se escuchan en la radio, en la televisión y hasta en la sopa se aparecen.
Y lo curioso es que lo único que provocan es ruido y confusión y no atinamos a saber a quién pertenecen, quién las dice, qué significan, para qué las dicen. Nadie, ni los que las hacen, las entienden y tampoco se las creen.
Podría alguien contestar ¿qué nos dicen tales frases?, si es que en realidad dicen algo. De verdad las creemos. Si el que dice “Para que vivamos mejor” gana las elecciones, ¿de veras viviremos mejor? ¿Dónde estará la mejoría? Suena muy pretencioso. ¿No lo creen? Si quien afirma “Primero los pobres”, de veras estará dispuesto a atenderlos primero a ellos y eso será suficiente para resolver sus problemas. ¿A los que no son pobres los atenderá por igual? ¿Cuál será el límite para calificar como pobre?
El que habla de que “Para que las cosas se hagan”, ¿a qué se referirá? ¿Alguien sabe? Y las cosas que se hagan ¿serán las que necesitamos? A lo mejor se ponen a hacer cosas, pero no las que el país requiere.
El que dice “Honestidad valiente” le diría que sólo hay una clase de honestidad, a la que no se necesita agregarle adjetivos. El que es honesto es y ya. Si de niño aprendiste a ser honesto, si en tu casa viviste el valor de la honestidad, seguramente serás honesto en tus acciones de vida.
¿Basta con tener las manos limpias para gobernar? ¿Será suficiente? ¿O es sólo una frase más para ganar votos? La voz de cada mexicano ¿es ley? También la de los marginados, o la de los campesinos o la de los niños abusados.
En fin que las campañas aburren, son repetitivas, simplistas, los discursos son los mismos y las respuestas simples. Lo único que están logrando, según las encuestas es que el número de electores que no piensan votar el dos de julio vaya en aumento.
Y esto no tiene otra explicación más que el hartazgo, el escuchar discursos huecos, frases vacías, carteles y propaganda donde se privilegia la imagen.
Los seres humanos estamos en manos de políticos, partidos, campañas y de medios de comunicación que nos reducen como personas pensantes. ¿Dónde están los grandes temas de la vida de los habitantes de un país que a veces sentimos que no avanza, de un país con tantas necesidades? ¿Dónde están los filósofos, los pensadores, los estudiosos, gente responsable con credibilidad que estudie, explore, pregunte, indague sobre los principales problemas que nos aquejan, sobre el quehacer diario de los mexicanos, sobre lo que queremos y dónde queremos caminar como país?
En lugar que los electores veamos a esos pensadores y sepamos qué están planteando, lo único que vemos es si le pusieron más canas a un candidato, que si se las quitaron, que si le dijo chachalaca o tal o cual descalificación, que si tienes que ser guapo o guapa para ser candidato. Que si insultos, intolerancias y reproches. Esto lo único que trae al elector es confusión y ruido en el momento de tomar su decisión.
De contenidos y de programas de gobierno, ni quien se acuerde. Así va a llegar el dos de julio y las filas para votar van a estar muy desangeladas. Lo que esperaría es que las campañas mejoren y el voto pensado y meditado aumente, sabiendo que el futuro podrá ser mejor.
Lo bueno es que Semana Santa y Semana de Pascua están por llegar. Dos semanas con los niños en casa y con tiempo para el esparcimiento y el disfrute, para planear actividades en familia, como pasear por los lugares citadinos, como hacer deporte, caminar, visitar bibliotecas y museos, ir al cine. O salir al campo y aún con la sequía estoy segura que la visión nos cambiará. Esto nos oxigenará un poco y podremos luego retomar de nuevo el trabajo y la rutina diaria.
Otro tema
Creo que las impresionantes manifestaciones que han tenido lugar en nuestro país vecino están surtiendo efectos positivos. -Estamos aquí y no nos vamos a ir a ningún otro lado-, han dicho nuestros compatriotas del norte y pareciera que se están haciendo escuchar. Creo que tanto las autoridades como diputados y senadores del vecino se han asustado al ver tal cantidad de gente manifestándose en forma solidaria y comienzan a pensar cómo respetar al inmigrante y a reconocer el valor del trabajo que hacen. Cuánto queda por hacer y por avanzar. Apoyemos la campaña de un día sin mexicanos, el próximo primero de mayo. Es lo menos que podemos hacer por los que se tienen que ir porque aquí no hay trabajo para todos.
garzara1@prodigy.net.mx
