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Las laguneras opinan.../Merecido homenaje a Don Homero del Bosque Villarreal

María Isabel Cobo Celada

El Colegio de Notarios de Torreón, celebró el pasado lunes dos de octubre el Día del Notario y lo festejó en grade.

Le rindió un merecido homenaje a Don Homero del Bosque Villarreal, ciudadano de Torreón y Notario Público por muchos, muchos años.

Don Homero, aunque nace en Monterrey, es lagunero. Torreón cumple cien años, y Don Homero ha vivido noventa y un años en esta ciudad. Sus padres, el notable Maestro Don Jesús María del Bosque y Doña Delfina Villarreal de la Garza, lo trajeron a vivir a Torreón cuando apenas tenía diecisiete días de nacido, un frió mes de enero del año 1915. Junto a él llegaron sus dos hermanos mayores, Jesús Mario y César y aquí en Torreón nació el menor de sus hermanos, Hugo. Creció en una familia amante de la cultura, de las letras y del Derecho. Su padre, al igual que maestro fue abogado, por ello no fue extraño, que Don Homero desde muy joven amó el oficio y obtuvo el título de Licenciado en Derecho, por la Universidad de Jalisco en Guadalajara en el año de 1940. Terminandos sus estudios, regresó a Torreón, en donde inició su ejercicio profesional, tanto en su práctica privada, así como de asesor del Ayuntamiento de Torreón y de otros organismos públicos.

Igualmente Don Homero mostró sumo interés por la Educación y la Docencia. Fue profesor de Lógica en la Escuela Preparatoria de La Laguna, por cierto, la primera Escuela Preparatoria en toda nuestra región, fundada por su padre, la cual, posteriormente fue asimilada por la Preparatoria Venustiano Carranza. También fue maestro fundador de la cátedra de Derecho Mercantil de la Escuela de Comercio y Administración de la Universidad Autónoma de Coahuila.

Obtiene su Fiat Notarial en 1945 y dedica largos años de su vida a este importante oficio. Fue Magistrado del Tribunal de Justicia en el Estado, Procurador de Justicia para la Laguna, Promotor de Desarrollo Económico de esta región y en 1979 Presidente Municipal de esta ciudad.

Culto como es Don Homero, ejemplar atención ha prestado a la cultura. De grandes hombres y mujeres de nuestro México y de Torreón, tenemos esculturas en esta ciudad, para que los recordemos y vivamos su testimonio, gracias a Don Homero. Es escritor de varios libros, trece en total, algunos sobre la historia de esta ciudad. En este momento Don Homero está escribiendo un libro sobre el Centenario de Torreón, el cual será editado próximamente. Don Homero igualmente es poeta y amante de la poesía; aquellos que lo conocemos, nos admiramos de su memoria y placer al evocar y declamar. Ha sido Presidente de varios Patronatos que han impulsado obras en nuestra comunidad; la restauración de la Casa del Cerro es uno de ellos y que hoy por hoy, es una de las obras emblemáticas de nuestra ciudad.

Mucho oficio ha tenido Don Homero en su larga vida, pero lo que más lo distingue, es que es un hombre de bien. Estudioso y responsable en su oficio. Generoso con su comunidad y con sus habitantes. Supo cultivar su espíritu. Amigo de sus amigos. Hombre de familia. Feliz esposo de Doña Estelita Garza Solís, con quien se casó en 1940; ambos son muy amados por sus siete hijos, nietos y bisnietos.

El merecido homenaje a Don Homero, fue presidido por el presidente de los Notarios, el Licenciado Fernando Cárdenas González, acompañado por la Licenciada Sandra Luz Rodríguez Wong, titular de la Dirección General de Notarias del Gobierno de Coahuila.

Fue un honor para el Colegio de Notarios, festejar a uno de los suyos, y contar además en dicho evento con un testigo de calidad de mucho peso, ya que fungió como tal, el Licenciado Jorge Zermeño Infante, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados del Congreso De la Unión, al cual los Notarios le manifestaron el orgullo para nuestra comunidad de que ocupe dicho cargo y le desearon, que en su importante y trascendental tarea, que seguramente será histórica por las vicisitudes que vive el país, siempre lo acompañe el sello que lo ha caracterizado: su disposición al diálogo, a la concordia y a los consensos.

Don Homero estuvo feliz en el evento, acompañado por sus hijos y nietos. Doña Estelita, por cuestiones de salud, lo acompañó a distancia, pero con la fuerza con la cual se acompañan los corazones que se hacen uno: en todo momento.

¡Felicidades Don Homero! Ojalá y siga acompañando a Torreón y a su familia, por muchos años más.

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