La Comarca Lagunera es una bella y tranquila región del país. Vale mucho. Su valía data desde nuestros valientes ancestros los irritilas, quienes a salto de mata defendieron la región de los invasores y es desde ellos, dicen los que saben, que la leche materna de esta región, enseña trabajo y esfuerzo. En esta región, por muchas causas, la ciudad de Torreón es especial. Es especial, porque fue gestada, con lágrimas, nostalgia, sueños y esperanza, de hombres y mujeres que dejaron sus terruños y llegaron a ella para vivir y dar vida. Es especial, porque los que la habitan la aman y a los que a ella llegan no desean partir.
Este Torreón tan especial, tan querido, en este momento, necesita de sus autoridades, de su sociedad civil y de sus medios, amenazado como está, por un peligro que está al acecho y es necesario detener… con prisa.
Personas ajenas a la comunidad, de las cuales no se conoce ni nombre ni rostro, están equipando a la ciudad con casas de juego. No se conoce de estas personas, ni su nombre ni su rostro, pero la envergadura de la inversión hace posible la lectura de su intención… No es un equipamiento tan sólo para loterías y maquinitas, las cuales per se, ya han lastimado a muchas familias y por lo mismo a la comunidad. Es un equipamiento para convertir a esta ciudad, en vísperas de su centenario, en una ciudad “mini-Vegas”. Es un equipamiento que espera con ansias la legalidad de los casinos. Es un equipamiento envalentonado, con el apoyo del poder político y del poder de personas poderosas e insaciables; poderosas, por el mucho dinero que tienen, e insaciables, porque quieren más, mucho más, sin piedad, al costo que sea, aunque este costo sea una comunidad entera: la nuestra.
¿Por qué escoger a Torreón, como escenario, para el montaje de esta tragedia?
Partiendo de meras especulaciones, encontramos muchas causas… geográficas, climatológicas, de infraestructura, políticas y sociales.
Primero su ubicación… Torreón, se encuentra situado en medio de la nada, lo que facilita el desorden y su silencio.
Su clima… permite su acceso por tierra y por aire sin limitaciones.
Su infraestructura… hay muchos hoteles y con ellos la anfitronía que caracteriza a esta ciudad.
Causas políticas… alejados de la capital del estado, sin políticos de oficio y fuera del corazón del gobernador… se facilitan los acuerdos y las pillerías. Causas sociales… los ciudadanos de Torreón, son callados, no reclaman, todo les viene bien, son buenos. Son tontos… piensan los del equipamiento.
¿Qué significa para Torreón si se permite este escenario y no se detiene a tiempo?
El bulevar Independencia sería en su caso “el corredor del juego” el “strip” del “mini-Vegas”. En menos de tres kilómetros, desde Galerías Laguna hasta la confluencia del mismo, con la calle Sertoma, hay ya, en este momento, cuatro casinos. Todos de grandes dimensiones. Los conocedores opinan, que ni en la Ciudad de México hay casinos de tal magnitud.
Todos los pillos, del país entero, llegarían… y con ellos, el vicio en todo su esplendor y sus inseparables amigos: el alcohol, la prostitución y el derroche del dinero… del mal habido o del mal gastado.
Al cabo del tiempo, la industria predominante de la región sería el juego y todo lo que conlleva. Los jóvenes, hombres y mujeres, de la región se prepararían para ello, sería su única opción; tomarían clases de baile para el tubo, que predominaría como diversión; clases de croupiers; los y las, de más edad, serían padrotes y madrotas; y todos, condenados a la miseria, tanto moral como económica. Las familias lastimadas. Los niños… mirando, padeciendo y aprendiendo.
No es una casualidad que Las Vegas, se haya construido, ex profeso, como ciudad para lugar del juego; los que allá llegaron, llegaron buscando lo que ya sabían que encontrarían, pero en una comunidad como la de Torreón, no se vale. Torreón, no es una ciudad para ser ciudad de juego. Torreón vale mucho.
¿Qué puede hacer Torreón y sus ciudadanos al respecto?
Los pobres mortales, como usted y como yo, muy poco; pero las autoridades y las voces autorizadas de la sociedad civil y los medios de comunicación, un mucho…
Por lo pronto, que nuestras autoridades revisen los permisos; en calidad de qué giro se han dado y lo den a conocer. Que se comprometan públicamente con la ciudadanía, de su atención y prevención al respecto y para ello, la participación de las voces autorizadas de la sociedad civil, son vitales, representando a nuestra comunidad, como voceros y puente del reclamo.
Los medios informativos, que investiguen quiénes son los dueños y publiquen, para informarnos, todo lo que está sucediendo, montos de inversión, proyectos, etcétera.
Es difícil luchar con gente sin rostro y sin nombre, es difícil defender a una comunidad, por ello, es tarea de las instituciones y de los gobernantes que están frente a ellas.
Las autoridades son las responsables, sin embargo, los ciudadanos somos la última palabra.
La Constitución General de la República, en su Artículo 73, Fracción Décima y su Ley Reglamentaria, la Ley de Juegos y Sorteos, prohíbe en todo el territorio nacional los juegos azar y los juegos de apuestas.
Si la mano que mece la cuna, está por lograr la autorización plena de los casinos en México, Torreón está en peligro.
¿Qué está sucediendo? ¿Debemos preocuparnos o debemos ocuparnos?