Antiguamente se decía que una mujer que sabe latín, no podía tener pareja ni podía tener buen fin, y eso le pasaba ?según se pensaba en esa época- por andar de invasora, por andar invadiendo terrenos reservados exclusivamente a los machines.
Lo que había detrás de esa expresión era el propósito de pregonar la idea de que la mujer no debía de tratar de cultivarse mucho, porque acomplejaba al hombre y entonces él ya no la veía con buenos ojos y luego no iba a querer casarse con ella, lo cual significaba poco menos que la ruina total para la fémina.
Ahora existe una lucha constante de parte de las mujeres (digo, de algunas mujeres) por hacer valer sus derechos y que se les dé igualdad de oportunidades, cosa que me parece muy válida, aunque a veces creo que se lucha en el frente equivocado.
Por ejemplo, eso de que se instituya el Día Internacional de la Mujer, suena como una festividad falsa más, como tantas que tenemos, por ejemplo el día de las madres en donde el ?buen hijo? se toma unas copas a la salud ?de mi jefecita linda? y llega hasta su ventana a ?berrear? más que cantar ?qué linda está la mañana en que vengo a saludarte y dame por Dios tu bendición oh madre mía adorada?? o alguna cosa por el estilo.
Este tipo de celebraciones hipócritas es algo que verdaderamente no necesitamos y que a la mujer le sirve para tres cosas: Para nada, para nada y para pura fregada?
Espero que no se me juzgue machista porque se malentienda lo que digo: Yo estoy totalmente de acuerdo en reconocer que a las mujeres nuestra actual sociedad las tiene en total desventaja y eso es algo que no se merecen, pero atribuirles cualidades que no tienen nada más por el hecho de ser mujeres, es hacerles un flaquísimo favor. El problema es que muchas veces las que cometen ese error son las mujeres mismas.
Yo creo que el Día de la Mujer debería servir para darnos cuenta que estamos hechos el uno para el otro, que somos las dos mitades de esa gran naranja que es el género humano, que debemos ver juntos en la misma dirección y eso no es regalarles una flor una vez al año. Eso significa revaluar conceptos. ¿Qué es para mí, una mujer? ¿Qué busco en ella?
Sinceramente creo que estamos usando ese día como una herramienta para hacer más evidentes las diferencias y no para fortalecer los lazos que nos unen. Todavía la celebración es muy joven y ya la estamos desvirtuando como hacemos con la Navidad, con la Semana Santa y con todas aquellas conmemoraciones que no están siendo ni un milímetro de aquello para lo cual fueron instituidas.
El Día de la Mujer lo estamos convirtiendo en un día más de reclamaciones por parte de ellas y de indiferencia o cuando mucho de justificaciones por parte del género masculino, acompañado de algunos propósitos tan falsos como los que hacemos cada año nuevo o cada día de la madre querida, madre adorada, vamos al cine y tú pagas la entrada. O como el día del anciano y del compadre y del cartero y tantos más que ni sabemos cuándo son, y que se concretan a aparecer como campañas comerciales que casi nadie se traga.
Un día es el Día de la Mujer y las felicitamos y les hacemos muchos discursos pero al día siguiente sigue cada quien jalándole a la cobija para su lado. ¿Qué tal si mejor nos dejamos de acentuar diferencias y buscamos la unión, la comprensión, la comunicación y la armonía entre el hombre y la mujer? Digo, ¿no?
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PREGUNTA: ¿Qué significa la palabra soccer o de dónde proviene?, pregunta Maximino Díaz.
RESPUESTA: Hay varias versiones. La que me parece más viable es la que dice que en latín hay un tipo de zapato que se llama soccus. De esa palabra derivan zueco y choclo que son diferentes tipos de zapatos. Lógico es pensar que soccer sea un modismo para designar a un deporte que se juega con los zapatos.
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