El Universal-AEE
MÉXICO, DF.- Si volviera a nacer, Angélica Vale volvería a dedicarse a la actuación desde los tres años.
A propósito de que le entregaran una medalla por sus 25 años de actriz, Vale hizo memoria y al final, una dedicatoria especial: "Creo que no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Y si a alguien le debo esta medalla es a mi abuela (Angélica Ortiz) porque si no fuera por ella yo no sería nada de lo que soy".
Su madre, Angélica María, le colgó la medalla en el foro donde actualmente ambas graban La Fea más Bella, copia mexicana de la telenovela colombiana, Bety, la Fea.
Maribel Fernández ?La Pelangocha? gritó porras y derramó algunas lágrimas ante la escena de madre e hija fundidas en un abrazo.
Jaime Camil, coprotagonista de la telenovela, aplaudió con entusiasmo. Paty Navidad, que interpreta a la enemiga de Lety, se desparramó en un sillón del foro, lejos de la celebración y con cara de aburrimiento.
Además de Angélica Vale, otra integrante del elenco recibió una medalla por 50 años de trayectoria: Luz María Aguilar. Sergio Corona le colgó la medalla y le plantó un beso muy cerca de la boca, en recuerdo de sus entrañables personajes de Hogar Dulce Hogar, comedia que se transmitió durante ocho años y donde interpretaron a una matrimonio disparejo.
No se arrepienten
Curiosamente, Aguilar, igual que Vale, no se arrepiente de nada. Ni siquiera de haber rechazado una invitación de Federico Fellini: "Él me vio en el Festival de Cine de Moscú con una película llamada Manicomio. Me dijo que me quedara en Italia para probar algunas escenas, que quizá podría trabajar conmigo.
Pero yo escogí a mi familia, a mi México. La verdad, es que tampoco me ofrecía un trabajo seguro, me dijo que debía comenzar de extra, así que decidí regresar".
La primera vez que Luz María pisó un escenario fue con Fernando Soler y sus comediantes en los programas que se transmitían en vivo desde los sótanos del edificio de Novedades.
En su escena, Aguilar tenía que decir que "un perro había hecho sus gracias en el pasillo".Pero cuando le tocó su turno se quedó muda.
Al final, se escondió entre la escenografía segura de que no volvería a pisar un escenario. Pero Fernando Soler la fue a buscar para decirle: "Aquí tienes tu siguiente programa". Y de ahí hasta hoy que cumplió 50 años de carrera artística.