BERLIN (AP) _ ¿De dónde salió Portugal? ¿No se supone que Francia era muy vieja e Italia tenía demasiados problemas para llegar hasta aquí? Alemania... bueno, Alemania anunció desde temprano que apuntaba alto.
Como reza la sabiduría deportiva, nunca se debe subestimar la garra de un campeón. Y los cuatro semifinalistas de la Copa del Mundo son grandes magnates del futbol, empresarios con caudales de astros y títulos en su cuenta de banco.
Alemania e Italia son dueños de tres campeonatos cada uno. Francia exhibe un trofeo. Portugal es el único que nunca ha ganado el título, pero con nombres como Luis Figo, Deco y Cristiano Ronaldo está lejos de ser un desconocido.
Quizás la sorpresa más grande es que Brasil no tocará su samba tras ser eliminado por Francia en los semifinalistas.
Es la primera vez desde 1990 que no hay una verdadera cenicienta entre los cuatro mejores. En aquel mundial, Italia, Argentina, Inglaterra y el eventual campeón Alemania Occidental llegaron a estas instancias.
Después de esa copa, y hasta este año, siempre hubo alguno que llegó a la fiesta sin invitación: Suecia y Bulgaria (1994), Croacia (1998) y Corea del Sur y Turquía (2002).
Además, desde que Alemania, Polonia, Italia y Francia lo hicieron en España '82 no se veía una semifinal mundialista sin Brasil o Argentina como protagonistas.
Si se trata de poner etiquetas, Portugal es a quien mejor la cae la de sorpresa. El rival de Francia en la semifinal tiene un largo historial de grandes futbolistas y aún mayores fracasos en los grandes escenarios.
Sea cual sea el resultado final de su campaña en Alemania, el plantel dirigido por Luiz Felipe Scolari está a la par con aquella selección que de la mano de Eusebio terminó tercera en Inglaterra '66, su mejor resultado hasta ahora.
Portugal se clasificó a sólo dos mundiales desde entonces: México '86, donde fue eliminado en primera ronda; y Corea-Japón '02, otra despedida en la fase inicial.
Pero entonces Portugal no contaba con la sagacidad del brasileño "Felipao", una verdadero amuleto de suerte en la banca que llega al miércoles con una racha de 12 partidos sin perder en mundiales, contando los siete triunfos que hiló hace cuatro años al conducir a Brasil al pentacampeonato.
De frente está Francia, al que todos descartaron de antemano como muy viejo y poco cohesivo como para hacer algo en este mundial.
Su tímido arranque, con dos empates en primera ronda (0-0 con Suiza, 1-1 con Corea del Sur) hizo poco para acallar las críticas, y apenas se clasificó a la siguiente etapa con un 2-0 sobre Togo. El capitán Zinedine Zidane arrancó a media velocidad y ya tenía el epitafio escrito y la carta de retiro firmada.
No tan rápido, dijo "Zizou". El veterano mediocampista recuperó la magia, "Les Bleus" se remontaron a su forma de 1998, cuando ganaron su único título, y con victorias sobre la crecida España (3-1) y el campeón Brasil (1-0) está en semifinales y lucen más peligrosos que nunca.
Hasta el presidente de la FIFA Joseph Blatter les dedica elogios al comparar a sus jugadores con un "buen vino francés" que mejora con los años.
Italia, que choca el martes en Dortmund con Alemania, no está exenta de controversias, aunque sus futbolistas las han usado como fuente de inspiración.
Un feo escándalo de corrupción sacude los cimientos del calcio y amenaza con el descenso a varios de los grandes de la Serie A, entre ellos al campeón Juventus. Además, el ex defensor de la selección y de la Juve, Gianluca Pessotto, se debate entre la vida y la muerte tras caer del edificio que alberga la sede de la "Vecchia Signora".
Las lesiones y amonestaciones no han beneficiado a la "Azzurra", que acusa la suspensión del mediocampista Daniele De Rossi, y problemas físicos del volante Mauro Camoranesi, el zaguero Alessandro Nesta y el portero suplente Angelo Peruzzi.
Su rival, en cambio, llega al partido en Dortmund con el ánimo por las nubes tras eliminar a Argentina en una definición de penales, y su única preocupación es la salud del capitán Michael Ballack y el goleador Miroslav Klose.
Los dos son piezas esenciales en el andamiaje germano, aunque la directiva del plantel asegura que sus dolencias son menores y estarán el martes en la cancha.
Alemania arrancó el torneo con paso arrollador y aflojó algo una vez pasó a los octavos de final. Allí derrotó 2-0 a Suecia para después medirse con Argentina.