Los inmigrantes latinoamericanos representan el 53 por ciento de los extranjeros que residen en Estados Unidos, según cifras de la Oficina del Censo divulgadas ayer.
Entre los años 2000 y 2005 la población de origen extranjero en EU creció un 16 por ciento, según estas cifras, obtenidas de una encuesta de hogares llevada a cabo por el Censo.
La Oficina del Censo de EU utiliza clasificaciones que corresponden tanto a origen nacional como a color de la piel, de modo que hay “hispanos” -los oriundos de América Latina- con la aclaración de que “pueden ser de cualquier color”.
Los mismos datos señalan una disminución del porcentaje de población que la Oficina del Censo califica como “blancos no hispanos” y que resulta del aumento de las “minorías”, categoría que incluye a todos los inmigrantes, más los negros e indígenas norteamericanos o de las islas del Pacífico.
En 1990 los “blancos no hispanos” constituían el 75.6 por ciento de la población total de Estados Unidos y el año pasado llegaban al 66.8 por ciento.
En Hawai, estos “blancos” son ahora sólo el 23 por ciento de la población; en el Distrito de Columbia el 29.7 por ciento; en Nuevo México el 42.8 por ciento, en California el 43.3 por ciento y en Texas el 48.9 por ciento.
Los datos de la encuesta asimismo muestran que los mexicanos con bajos niveles de educación escolar y conocimiento muy limitado del idioma inglés siguen al frente de la ola de inmigrantes y que los inmigrantes en general se han distribuido en casi todo el país, lejos de los estados fronterizos.