EFE
Bilbao, España.- El camerunés Samuel Eto?o se hizo ayer, en San Mamés, con el título de máximo goleador de la Primera División del futbol español, con un tanto al Athletic de Bilbao en el partido aplazado que cerró el campeonato liguero. Un choque en el que el equipo bilbaíno se dio una de las pocas alegrías que ha disfrutado en la peor temporada de su historia: vencer al campeón de Europa 3 a 1.
El camerunés deshizo la igualada que mantenía con el valencianista David Villa con un buen disparo desde la frontal y, después, el Athletic remontó con tantos de Andoni Iraola, Felipe Guréndez, que rubricó así una emotiva despedida, y Oleguer Presas en propia.
Con esta victoria, el Athletic asciende una posición en la tabla para quedar duodécimo, un puesto demasiado alto para lo que ha ofrecido en una campaña en la que ha coqueteado con el descenso como nunca antes.
El Barza, por su parte, cerró con muchos jugadores del filial sobre el terreno de juego una campaña histórica e inolvidable para sus aficionados.
Entre abucheos a Eto?o y al ex jugador del Athletic Santiago Ezquerro cada vez que tocaban el balón, la primera parte ofreció más llegadas que futbol y alguna que otra ocasión de gol.
Una de ellas sirvió para que el delantero camerunés se asegurase el trofeo de máximo goleador. Lo hizo con un trallazo desde la frontal, tras recibir de Ludovic y aprovechando que Ustaritz se resbaló al ir a tapar su disparo. El 0-1, no obstante, fue reflejo de la superioridad azulgrana en la primera mitad.
En el segundo tiempo, las cosas cambiaron y fue el Athletic quien empezó llegando con más peligro y empató en el minuto 12, con un tiro bien pensado de Iraola, tras recibir un buen pase de Llorente de espaldas a la portería. Cuando el choque parecía derivar hacia un empate un tanto insulso, el Athletic se dio una alegría y marcó dos tantos que animaron una grada con ganas de disfrutar.
Felipe, que ayer se despidió tras década y media en el club rojiblanco, puso por delante a su equipo con un disparo desde la frontal que no pudo atajar Jorquera; y Oleguer puso el 3-1 con un desafortunado despeje hacia su portería en un centro de Etxeberria. No dio más de sí el choque y, tras la finalización del mismo, la afición de San Mamés castigó con una importante bronca a Fernando Lamikiz y su Junta Directiva.