POLÉMICO |CRISTIAN MIJARES EMPATA CON EL ?TITI ? MALDONADO
A pesar de que el local dominó la pelea no se pudo quedar con la victoria.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En una tremenda batalla empataron por decisión de los jueces, el lagunero Cristian Mijares y el bajacaliforniano Luis ?Titi? Maldonado, aun cuando el púgil local dominó en la mayoría de los episodios.
Los jueces que dieron la igualada fueron Herminio Cuevas 115-115 y José Juan García 114-114 mientras que Raúl Durán vio ganar al gomezpalatino 118-115 a pesar de que el todavía invicto sufrió sendos cortes en su párpado y ceja izquierdos.
La pelea era eliminatoria en la división de los supermoscas tanto para el Consejo Mundial de Boxeo y la Federación Internacional de Boxeo, la cual quedó de la misma manera antes de que los contendientes subieran al ring. En el último round en un tremendo choque de cabezas, Maldonado sufrió un corte en la frente, el cual nada tuvo que ver con la decisión final.
Durante los 12 episodios los boxeadores mostraron valentía y exhibieron todo su repertorio boxístico, el cual fue reconocido por los asistentes al Auditorio Municipal, que hicieron una gran entrada.
El réferi capitalino Gelasio Pérez Huerta realizó una magnífica labor ya que estuvo oportuno en sus intervenciones, a pesar de lo que se encontraba en juego. Al final de la contienda, Mijares se mostró enfadado por la decisión de los jueces, ya que consideró que le fue robada la pelea.
Por su parte Maldonado exhibió cierto conformismo al catalogar justo el veredicto de los comisionados y señaló que le afectó mucho que su rival fuera zurdo y que tuviera que pelear una categoría arriba de los moscas.
?Cloroformo?
En una polémica decisión del tercero sobre la superficie, el gomezpalatino Rubén ?Cloroformo? Padilla venció por nocaut técnico a los 38 segundos del primer round al sinaloense Arturo ?Pito? López.
Después de que el local derribó a su adversario con un gancho de izquierda, el réferi Arturo Zárate detuvo el combate al considerar que el experimentado boxeador ya no estaba en condiciones de seguir el combate, criterio que fue abucheado en su totalidad por los aficionados que asistieron al inmueble de la calzada Colón.
De acuerdo a lo expresado por el mandamás en el cuadrilátero y debido a su experiencia nacional, Arturo López no estaba en condiciones de continuar la pelea y al tener en blanco los ojos, su criterio fue parar la pelea para que no ocurriera una desgracia que luego todos se pudieran arrepentir.
