Aprovechó la confianza que tenían sus suegros en ella y se robó una cámara de video con valor de 18 mil pesos al entrar con engaños a la casa de los papás de su pareja; al sentirse descubierta culpó a su propia hija, según el reporte de la Procuraduría General de Justicia.
María Soledad Antuna Flores, de 35 años, llegó a la casa de su suegros con el pretextos de probarse un pantalón en una de las habitaciones, pero como sus padres políticos le tenían mucha confianza, no dudaron en darle el pase al domicilio.
La mujer, al estar dentro de la recámara, se apoderó de una cámara de video que costó 18 mil pesos y entre la ropa que supuestamente se iba a medir envolvió el aparato y lo sacó de la casa y sin quedarse mucho tiempo con su suegros se despidió.
Al día siguiente, Santos Daniel Saucedo, cuñado de la mencionada, notó que la cámara no estaba donde él la había dejado y al preguntarle a los demás miembros de su familia y no obtener una respuesta favorable, interpuso una formal denuncia en la Dirección de Averiguaciones Previas.
Las investigaciones iniciaron con la sospecha de María Soledad, pues ella era la única que había entrado al domicilio en los últimos días, por lo que al vigilar de cerca su domicilio, en el fraccionamiento Puertas del Sol, se percataron que la cámara ya la tenía un primo de Soledad, misma que intentó culpar a su propia hija de haberla robado, sin embargo las indagatorias comprobaron el hurto hecho por la cuñada de Santos.
