René Braeunlich y Thomas Nitzschke, fueron liberados, sanos y salvos y se espera que regresen mañana a Berlín.
Berlín, (EFE).- La liberación hoy en Irak de dos rehenes alemanes, secuestrados hace trece semanas, puso fin al calvario de dos ingenieros destinados por su empresa en ese país y al secuestro más largo en que ha mediado el gobierno de Ángela Merkel.
René Braeunlich y Thomas Nitzschke, de 31 y 28 años, fueron liberados, sanos y salvos, después de más de tres meses de cautiverio, anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, desde Santiago de Chile, donde está de visita oficial, y se espera que regresen mañana a Berlín.
Ambos se encuentran bien "dadas las circunstancias" y bajo custodia alemana, en Bagdad, añadió el ministro, quien habló con ellos y con sus familias para confirmarles su liberación.
Steinmeier agradeció la labor tanto del gabinete de crisis de Exteriores formado tras el secuestro, como a los servicios secretos, personal de la embajada en Bagdad, "socios estadounidenses, europeos y regionales" y a cuantos participaron en las gestiones.
La canciller Merkel y el presidente del país, Horst Koehler, expresaron asimismo su alivio por el desenlace del secuestro y también el agradecimiento a cuántos se implicaron en el caso.
"Me siento muy aliviada y satisfecha por la liberación de los dos rehenes, que según tengo entendido se encuentran bien", dijo Merkel, en un acto de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU).
Merkel agradeció el trabajo del gabinete de crisis "en todos estos meses" y también a "todos aquellos ciudadanos, especialmente de Leipzig, que no se olvidaron de los rehenes", en alusión a las manifestaciones solidarias en la ciudad de los dos rehenes.
De acuerdo a la norma del Gobierno alemán, ni Steinmeier ni Merkel o el director del gabinete de crisis, Reinhard Silbenberg, que compareció brevemente ante la prensa, mencionaron un presunto pago de rescato o las condiciones exigidas.
Braeunlich, padre de un niño de tres años, y Nitzschke, ambos futbolistas aficionados, fueron secuestrados el pasado 24 de enero, dos días después de llegar a Irak para instalar maquinaria en una fábrica de Beiyi (norte de Irak).
Acudieron a Irak por encargo de la empresa Cryotec, con sede en Leipzig (este de Alemania), que en todos estos meses ha participado activamente en las acciones de solidaridad con los rehenes.
"Con seguridad celebraremos una gran fiesta", dijo una portavoz de la firma, que había mandado a los ingenieros a Irak solo unos días para instalar maquinaria en una planta en pleno triángulo suní.