El Siglo de Durango
SAN JUAN DEL RÍO, DGO.- La gente del municipio aún no asimila la detención de cinco personas, y tiene muchas dudas de si realmente se detuvo a los culpables y no a ?chivos expiatorios?, pues aseguran que los malhechores se pasean libres por las calles de la cabecera.
Por otra parte, molesta a docentes del municipio que haya afirmaciones de que Rafael Graciano Espino, alias ?El Cabezón?, líder de la banda de secuestradores recientemente desmantelada, se desempeñaba como maestro.
Es un hecho que el presunto secuestrador no se desempeñaba como maestro, más bien era un contratista de agrupaciones musicales, organizador de eventos sociales, palenques, carreras de caballos y hasta espectáculos para adultos, comentaron autoridades policiales.
Sin embargo, a raíz de la voz popular que se ha difundido en la región, hay quienes hasta hacen escarnio refiriendo que ?el maestrito resultó una fichita?, lo que afecta la integridad de los docentes, aseguran.
Puede ser que entre las fechorías que hacía Rafael Graciano haya cobrado como maestro sin serlo, pues evidentemente se dedicaba a negocios muy distintos a la educación.
Nadie se esperaba en San Juan del Río que éste y otros sujetos fueran detenidos, sobre todo por secuestro; incluso, la movilización policial del pasado 21 de noviembre parecía un decomiso de drogas y así pensó la gente, hasta que el 24 de noviembre la Procuraduría General de Justicia dio a conocer los pormenores del operativo.
Fue entonces que comenzaron los comentarios en cuanto a que ?El Cabezón? aumentó en muy poco tiempo su economía, como si se hubiese sacado un premio.
En San Juan del Río hay extrañeza en la sociedad por el hecho de que ?El Güero? Ramírez haya quedado en libertad, después de que también fue llevado por elementos de la Dirección Estatal de Investigación, la noche del martes 21 de noviembre, en una aprehensión masiva.
Hay quienes aseguran que le fue incautada droga, la cual no fue reportada por la PGJ, además de que consideran que dos o tres de los detenidos son inocentes, pues su único delito fue desempeñarse como jornaleros con la persona equivocada -Rafael Graciano Espino-, pues hasta el momento ellos llevaban una vida modesta, sin muestras de que hayan sido beneficiados con dinero ilícito.
Falta de costumbre
Hay inquietud en San Juan del Río, pues aunque es un lugar en donde se presentan los problemas, el secuestro y la drogadicción son cosas que la ciudadanía, sobre todo los de mayor edad, no están acostumbrados a ver.
Por este motivo, esperan que las autoridades federales y estatales pongan mayor atención en la problemática real del municipio y no se conformen con la aprehensión de unos cuantos sujetos, pues los malhechores son más.
Muestra de esto es el temor que tiene la gente a denunciar de manera directa a los delincuentes que aún continúan haciendo de las suyas con toda libertad.
