Acepta el secretario que el mundo aún está lejos de garantizar que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde en "la toma de decisiones".
Naciones Unidas (EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó hoy que el mundo está preparado para que una mujer ocupe el cargo que ahora él desempeña como jefe máximo del organismo mundial, cuyo mandato termina a finales de este año.
Con motivo de los actos de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Annan admitió que "el avance hacia la igualdad de género en la ONU está muy lejos de lo que debería ser".
Señaló que desde la primera celebración mundial del Día de la Mujer en 1999, la ONU sólo contaba con el cuatro por ciento de representación femenina entre el funcionariado del organismo y ahora la cifra se eleva al 26 por ciento.
"Deberíamos entender como un mensaje el éxito sorprendente de mujeres en las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado año: el mundo está preparado para que una mujer sea la secretaria general de la ONU", aseveró.
Tras anotar que este será su último año que conmemorará este día como secretario general, Annan dijo que le gustaría dejar una ONU más dinámica, con más poder en si misma, y también para las mujeres.
Annan hizo un repaso a los avances de las mujeres en el apartado de la toma de decisiones, que es el motivo central de los actos de celebración del Día Internacional de la Mujer.
Recordó además del incremento de la participación femenina en los parlamentos, a niveles históricos, existen ahora en el mundo 11 mujeres que son jefas de Estado y de Gobierno en todo el mundo.
También hizo hincapié en los logros obtenidos por tres países -Chile, España y Suecia- en cuanto a la paridad de representación entre hombres y mujeres en la composición de sus gobiernos.
Sin embargo, anotó que el mundo "aún está lejos de garantizar que la mitad de la población mundial, representada por las mujeres, ocupen el lugar que les corresponde en "la toma de decisiones".
Según Annan, la población femenina puede tener un papel decisivo en el incremento de la productividad, la promoción de la salud y la educación, así como en la prevención de conflictos.
Con motivo de la celebración, el Consejo de Seguridad también entregó una declaración a la prensa de apoyo a las mujeres y su papel en la resolución de conflictos y en la reconstrucción de países después de una guerra.
En el documento también se reiteró la política de tolerancia cero contra las violaciones y abusos sexuales a las mujeres y niñas por parte de miembros de operaciones de paz de la ONU.
En los actos de celebración, también participó la vicepresidenta de la Unión Interparlamentaria (UPI), la namibiana Margaret Williams, para quien todavía existen demasiados obstáculos para que las mujeres puedan tener un papel de liderazgo.
"Existen factores culturales, sociales y económicos que hace difícil que las mujeres accedan a la política y escalen posiciones en el gobierno", afirmó.
En este sentido, urgió a gobiernos, partidos políticos y sociedad civil iniciar programas más ambiciosos de concienciación y promoción de las mujeres para que incremente su participación en la toma de decisiones.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Permanente de los Pueblos Indígenas de la ONU, la venezolana Noeli Pocaterra, quien señaló que las mujeres del mundo "siguen palpitando por sus luchas y sus logros, sus sufrimientos, sueños y esperanzas".
Destacó, que como mujer indígena, la educación le ha permitido resistir la "cultura del desprecio y la humillación" que sufren las comunidades indígenas, e hizo un llamamiento para que continúe la lucha para que se logre "un equilibrio entre lo masculino y lo femenino".
