Marcos Pontes, de 42 años, viajará a la Estación Espacial Internacional junto a una tripulación rusa-estadounidense para retornar 10 días después con los tripulantes salientes.
STAR CITY, Rusia, (Reuters) - El primer astronauta de Brasil está preparado para hacer su viaje al espacio el próximo mes, a pesar de los desafíos que representan la lengua rusa, el invierno de Moscú y los osos hambrientos de Siberia.
Marcos Pontes, de 42 años, viajará a la Estación Espacial Internacional junto a una tripulación rusa-estadounidense para retornar 10 días después con los tripulantes salientes. Cuando regrese a su casa será seguramente recibido como un héroe.
"Si Brasil fuese una persona, yo la abrazaría", dijo en una conferencia de prensa en el centro de entrenamiento espacial ruso, cerca de Moscú.
El astronautra, quien fue piloto de pruebas, se describió como una persona religiosa, "pero lo más importante es lo que tengo en mi corazón".
Pontes, quien habla correctamente el inglés, pareció comprender las preguntas que le formulaban en ruso pero respondía en su propia lengua: "Nosotros nos podemos comunicar. Claro que en tres meses no es posible que pueda llegar a dominar un lenguaje tan rico y complejo como el ruso"." Pero sí se ha abrigado por el clima, ante el invierno moscovita más gélido en generaciones.
"Yo me he adaptado bien al frío. Hasta me gusta. Soy afortunado por
experimentar un verdadero invierno ruso", dijo.
El acuerdo, que permite que Pontes pueda viajar al espacio y con el que Rusia podría ganar más de 20 millones de dólares, fue firmado mientras el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, estaba visitando en octubre el Kremlin.
Pontes viajará junto al comandante ruso Pavel Vinogradov y al ingeniero de vuelo de Estados Unidos, Jeffrey Williams, quienes se convertirán en la tripulación número 13 que viva en la estación orbital.
