El primer ministro libanés, Fuad Siniora, tendió ayer su mano a la Oposición, que se manifiesta desde el viernes pasado para hacer caer su Gobierno, y le instó a regresar a la mesa del diálogo y “no perder mas tiempo y energía”.
“Tendemos nuestras manos a todos los libaneses y decimos a nuestros hermanos que se manifiestan que respetamos sus puntos de vista”, declaró Siniora ante centenares de libaneses procedentes del sur venidos a expresarle su apoyo, según informó posteriormente su Gabinete.
La Oposición exige la caída del Gabinete, que considera “ilegal, pro-occidental y corrupto” tras la dimisión de seis ministros pro-sirios, entre ellos cinco de los grupos shiies Amal y Jezbolá.
“Nuestro Gobierno es legítimo”, agregó Siniora, advirtiendo que por mucho que dure la crisis, al final “deberemos sentarnos juntos para resolverla”.
El primer ministro instó a “no perder mas tiempo y energía” y a “resolver juntos los problemas dejando de lado las tensiones y disensiones confesionales”.
Para advertir sobre la gravedad de la crisis, Siniora reveló que han tenido que retirar del sur importantes unidades del Ejército para mantener la seguridad en Beirut donde la Oposición, liderada por Jezbolá, organiza desde ayer manifestaciones y un plantón simbólico ininterrumpido.
“La resistencia anti-israelí pierde mucho de su prestigio y crédito al desplegarse en las calles de Beirut”, agregó.