El SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Sorpresivo, resultó el cierre del Festival de Danza Contemporánea de la Comarca Lagunera, con la participación de producciones La Lágrima con el proyecto coreográfico de Manuel Ballesteros, titulado NorteArte.
El público, ya familiarizado con las representaciones de danza contemporánea con música nada norteña, sino más bien extranjera o mexicana pero más contemporánea, no sabía qué esperar cuando antes de la tercera llamada comenzaron a escucharse ?spots? que anunciaban una serie de artículos ficticios ?para norteños de corazón? al ritmo del acordeón.
Telón cerrado... y de pronto, el público ciñó el entrecejo cuando por la salida de emergencia subió al escenario un hombre con atuendo cien por ciento norteño, con botas, sombrero y actitud de vaquero. Si uno hojea el programa de mano se dará cuenta de que se trata de ?El Meño?, personaje principal -y único- de NorteArte, que sirve como detonador y eje fundamental del proceso de todo el programa.
Las características que se pueden apreciar en el personaje encarnado por Manuel Ballesteros, sin duda, forman una amalgama entre el humor, el drama y la música, aunque definitivamente el tono se le salió de las manos; y para todos aquéllos que de manera sarcástica se pregunten ¿pero qué es el tono?, pues es cuando lo que hace el creador ya no suena interesante sino molesto.
Aunque hay que tener apertura, pues un punto bueno es que no se había visto un trabajo tan cercano a la identidad de los pobladores originarios del Noreste del país, una buena propuesta que recuerda las palabras de Guillermina Bravo cuando dijo: ?Se habla mucho de la cultura y siempre la presentan tan aburrida que ya no quiero aludir a eso; quiero mencionar al arte vivo, a los artistas vivos que están produciendo, que están creando ahora; que no es la cultura a nivel bibliotecas ni monumentos históricos; la cultura son los artistas contemporáneos que están viviendo la danza y el arte, cada momento?, y eso independientemente de los gustos, es lo que hizo Manuel Ballesteros, excelente bailarín que despliega en cada momento movimientos limpios y precisos.
La música y letra de las canciones fueron de Rolando Salgado, el vestuario corrió a cargo de Fierro Producciones. Al final de la presentación, el bailarín se llevó el aplauso del público que logró entrar en la propuesta de Ballesteros.
