Plantearán líderes la situación en Líbano a lo largo de la cumbre que comienza mañana entre EU, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Rusia.
EFE
San Petersburgo, Rusia.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó hoy a San Petersburgo para participar en la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) que se inaugura este fin de semana y que amenaza con verse dominada por la crisis en Oriente Medio.
Tanto Bush como su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que le acompaña, se han visto inmersos hoy en una ronda de diplomacia telefónica.
A bordo del avión "Air Force One" que le trasladó hoy desde Alemania, donde se reunión el jueves con la canciller alemana, Ángela Merkel, Bush conversó con el presidente egipcio, Hosni Mubarak; el rey Abdalá II de Jordania y el primer ministro libanés, Fuad Siniora, sobre la situación en Medio Oriente.
Por su parte, Rice dialogó con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, informó hoy el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow.
Según indicó en Beirut la oficina de Siniora, Bush "expresó su disposición a presionar a Israel para limitar el daño infligido a Líbano como resultado de la actual acción militar, y para impedir daños a civiles y gente inocente".
Sin embargo, Snow desmintió este extremo e indicó que el presidente estadounidense se limitó a expresar su deseo de que se produzca "un alto el fuego" y de que la situación "se resuelva positivamente".
El jueves, en una rueda de prensa conjunta con Merkel, Bush disculpó a Israel con el argumento de que ese país "tiene derecho a defenderse" y la guerrilla libanesa Hizbulá "no quiere la paz".
Pocas horas más tarde, Rice se vio obligada a hacer unas declaraciones ante la prensa más matizadas en las que instó a Israel a mostrar moderación.
Además de los contactos telefónicos, la situación en el Líbano saldrá a relucir, con seguridad, en las conversaciones que Bush tiene previstas con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Ambos presidentes cenarán juntos esta noche, con sus respectivas esposas, en una cena social. Mañana por la mañana celebrarán una reunión de trabajo.
La situación en el Líbano también se planteará a lo largo de la cumbre que comienza mañana entre ocho de los países más poderosos del mundo (EU, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Rusia).
"Es impensable que los líderes se reúnan y no vayan a abordar el asunto", afirmó Rice el jueves.
El secuestro de un soldado israelí por grupos armados palestinos el pasado 25 de junio, al que Israel respondió con una incursión militar en Gaza denominada "Lluvias de verano", fue el detonante de la actual crisis, complicada ahora por el conflicto con el Líbano.
La crisis en Oriente Medio amenaza con empañar las esperanzas que Bush tenía de persuadir a los participantes en la cumbre del G8, y muy especialmente a Rusia, de presentar un frente unido con respecto a los programas nucleares de Irán y Corea del Norte.
