Señalan los tres pescadores estar dispuestos a ser sometidos al detector de mentiras.
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Los tres pescadores mexicanos que estuvieron a la deriva en el Océano Pacífico durante nueve meses y nueve días expresaron que están dispuestos a ser sometidos a la prueba del polígrafo para demostrar que su historia es real y que no están vinculados al narcotráfico.
Lucio Rendón expresó: ?A los que no nos creen yo les digo que ojalá no les pase a ellos lo que nos pasó a nosotros. Si no nos creen allá ellos. Yo le doy gracias a Dios por estar aquí?.
Dos horas después de su llegada al Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, procedentes de Los Ángeles, los tres náufragos respondieron a las insistentes preguntas de la prensa sobre los rumores que los vinculan al narcotráfico, situación que ellos negaron de manera rotunda.
Antes de responder a las preguntas de la prensa, los tres accedieron gustosos a la petición de los reporteros gráficos de posarse frente a la bandera de México y saludar.
En la conferencia de prensa, en la que estuvieron presentes alrededor de 90 representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales, los tres pescadores se dijeron dispuestos a someterse al detector de mentiras, ?o a cualquier otra cosa? para comprobar que su relato es verdadero. Incluso, Jesús Vidaña gritó un ¡sí! cuando un reportero preguntó por segunda ocasión si querrían hacerse una prueba del polígrafo.
Él, Jesús, fue quien desmintió los rumores en los que se les vincula al narcotráfico: ?No es cierto lo de la droga. No es la primera vez que yo naufrago. Estoy registrado en las Islas Marías junto a Salvador. Nada de eso es cierto?.
La prensa insistió en que su estado de salud era, en apariencia, muy bueno para haber estado nueve meses en altamar. Jesús y Salvador Ordóñez respondieron que en la panga llevaban una cobija de Lucio, la cual cortaron para que cada uno de ellos se protegiera de los rayos del Sol y que los 11 días que permanecieron a bordo del barco atunero Koo?s fueron suficientes para reponerse, ya que estaban alojados en un cuarto con aire acondicionado, buena alimentación ?y no dejaban que nos diera el sol?.
Se les preguntó cómo era posible que en medio del Océano Pacífico hubiera aves con las que se pudieron alimentar.
?Nosotros nos hacemos la misma pregunta, cómo es posible que a ocho mil kilómetros de Nayarit, en mar abierto, haya ese tipo de aves. Nosotros comíamos patos?, explicó Jesús.
Sobre la muerte de los otros dos tripulantes, los náufragos explicaron una vez más que fallecieron porque no se alimentaron y se negaban a comer carne cruda y beber la sangre de los peces.
VUELVEN AL HOGAR
Después de la conferencia de prensa el primero en partir fue Lucio Rendón quien, a su llegada a la ciudad de Tepic, Nayarit, fue recibido por sus familiares.
Más tarde, el pescador Salvador Ordóñez Vázquez abordó el vuelo 245 de Mexicana, que lo llevó al puerto de Huatulco, en Oaxaca. El sobreviviente viajó acompañado de sus hermanas Gloria y Rosalía, así como de su hijo Ángel, quienes se trasladaron a la Ciudad de México para recibirlo, luego de su viaje desde las Islas Marshall. Cientos de personas lo recibieron con una gran fiesta.
Mientras que en punto de las 15:30 despegó el vuelo 424 de Mexicana de Aviación hacia Sinaloa, con Jesús Vidaña López a bordo. El pescador llegó a su tierra acompañado por sus padres, y su esposa Yumey García, su hijo Juan José y su bebé de cuatro meses, Juliana, a quien ayer vio y abrazó por primera vez.
El pescador expresó su felicidad por volver a estar junto a sus seres queridos y agradeció todo el apoyo que ha recibido tras su rescate.