Oswaldo Sánchez, portero de la selección mexicana de futbol, llegó a la Ciudad de Guadalajara procedente de Alemania para asistir al funeral de su padre, Felipe Sánchez, quien murió el miércoles a la edad de 55 años a causa de un paro cardiaco.
AP
Ciudad de México
Con los ojos tristes pero tranquilo, el portero de la selección mexicana Oswaldo Sánchez regresó la tarde del jueves a su ciudad natal de Guadalajara, donde asistirá al funeral de su padre fallecido la víspera por un infarto.
Sánchez llegó acompañado por Jorge Campos, un ex portero de la selección y actualmente asistente del técnico Ricardo Lavolpe.
Ambos estaban en Göttingen, Alemania, donde se encuentra concentrada la selección de México, preparándose para comenzar su participación en la Copa del Mundo el domingo ante Irán en Nuremberg.
Sin hablar con periodistas, ambos abordaron un autobús y se encaminaron al cementerio Recinto de la Paz, donde cientos de amigos, familiares, jugadores y empleados del equipo Chivas de Guadalajara, al que pertenece Sánchez, se habían reunido para el funeral de Felipe Sánchez, padre del guardameta mexicano.
Felipe Sánchez falleció el miércoles después de sufrir un infarto en Guadalajara. Tanto él como su familia se preparaban para viajar a Alemania, donde tenían programado asistir el domingo al partido entre México e Irán.
Aún se desconoce si Sánchez regresará a tiempo para el primer partido del equipo mexicano. Funcionarios de las Chivas dijeron que tratarían de conseguir que un avión privado lleve al portero desde Guadalajara directamente hasta Nuremberg.
EFE
Recuerda a su padre
Oswaldo Sánchez, portero de la selección mexicana de futbol, aseguró que si hay alguien que no quiere tristeza es su padre, a cuyos funerales asistió tras llegar de Alemania.
"Lo que quiero decir es familiar, muy personal, afuera hay muchas cámaras, mucha prensa y no me importa; yo pienso que si alguien este día no quiere que estemos tristes es mi padre, es una persona alegre", señaló el jugador, quien siempre se refirió en tiempo presente a su progenitor.
Vestido de pantalón azul de mezclilla, con una playera verde y lentes oscuros, Oswaldo llegó 20 minutos tarde a la misa de cuerpo presente de su padre y dijo algunas palabras a los casi 700 asistentes, más de la mitad hinchas de fútbol.
"Siempre que regreso a Guadalajara de una concentración siento una alegría inmensa, hoy no quería llegar", explicó el portero, quien debió tomar aire para evitar el llanto por la pérdida de su padre, que debía viajar hoy a Alemania para apoyarlo en el Mundial.
"Es mi ídolo y nunca se lo dije porque me faltaron agallas", agregó el futbolista, quien mañana regresará a Alemania en un avión privado para jugar como titular con México el domingo contra Irán en el debut de ambas selecciones en la Copa Mundial.
Acompañado por Jorge Campos, antiguo portero del equipo nacional y auxiliar de la selección, Oswaldo llegó esta tarde a Guadalajara después de 15 horas de viaje y enseguida se trasladó en una camioneta escoltada por policías a la misa de su padre.
Futbolistas retirados, directivos, aficionados y medios expresaron su solidaridad al jugador que poco después de la misa estuvo con su familia en la cremación del cuerpo de su padre.
Después de unas horas de descanso en Guadalajara, Oswaldo viajará a Alemania para aparecer el domingo como titular por primera vez en una Copa Mundial; antes asistió a dos como arquero suplente.
