EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- En muy malas condiciones se encuentra la carretera libre a Durango en el tramo que conduce de la gasolinera frente a la autopista hasta el ejido León Guzmán. Los baches se encuentran por todo el camino y la superficie está por demás agrietada.
Quienes habitan en poblados cercanos como León Guzmán y Juan E. García lo saben. Los alumnos de las escuelas que están al pie de carretera prácticamente tienen que evadir los vehículos cuyos conductores esquivan a su vez los hoyecos.
Algunos bordos y vibradores también están resquebrajándose. Los riesgos al circular por la libre son muchos. La carretera es angosta y los vehículos con carga pesada rebasan una y otra vez sin importar si hay curvas en el camino.
Muchos camiones de doble remolque invaden hasta por más de 300 metros el carril contrario sin que ninguna autoridad los frene a pesar de que hay unidades de vialidad a las orillas del camino, pues la mayoría de los agentes permanecen platicando con sus conocidos.
Los vendedores de tepache o nieves también ?torean? los autos que parecen zigzaguear desde lejos ante las incuantificables irregularidades del asfalto, algunos parecen estar adaptados y hasta calculan la velocidad de los camiones con carga pesada que circulan a gran velocidad.
Cada vez son más extensas las áreas cuyo pavimento comienza a resquebrajarse y en algunas partes ya está en pedazos. La piedra e incluso el chapopote de los baches que anteriormente fueron tapados golpean con fuerza los parabrisas de los vehículos.
?Por aquí faltan muchas cosas, si así está la carretera imagínese cómo vivimos nosotros, dice don Agustín Rodríguez Espinosa, quien trabaja cerca del ejido Juan E. García. La carretera es un tramo que tiene que recorrer diariamente en su bocho, pues trabaja en Lerdo. ?Es un peligro pero ni quién nos haga caso?, asegura.