Liberan a campesino chino tras pagar parte de una condena por crímenes que no cometió.
EFE
Pekín.- La justicia china ha liberado a Zhao Xinjian, un campesino de la provincia de Anhui (este), después de pasar ocho años en la cárcel por un crimen que no cometió, dos de ellos cuando ya se conocía al verdadero culpable, informó el diario "China Daily".
Zhao fue acusado por error del asesinato de una joven de 17 años y la posterior violación de su cadáver, hechos acaecidos en 1998 en la localidad de Bozhou.
Tras permanecer seis años en prisión, el 12 de abril de 2004 fue sentenciado a muerte, con dos años de suspensión cara a una posible conmutación de la pena.
La policía encontró al verdadero culpable del crimen en 2004, pero Zhao permaneció en la cárcel dos años más, a pesar de que el Tribunal Supremo de Anhui ordenó entonces la revisión del caso al Tribunal Intermedio de Bozhou.
Completamente indefenso tras ocho años de prisión y de sufrimiento para su familia, Zhao vive sumido en la pobreza, y hasta ahora no ha sido oficialmente absuelto del crimen ni ha recibido compensación económica alguna por lo ocurrido.
La negligencia profesional ha situado a la policía china en el ojo del huracán después de destaparse varios casos como el de Zhao.
She Xianglin, un hombre de 39 años del condado de Shayang, en la provincia central de Hubei, fue declarado inocente después de pasar once años en la cárcel por el supuesto asesinato de su esposa, un calvario por el que recibió 25 mil dólares como compensación.
En su caso, Zhao no pudo justificar durante el juicio la aparición de sus prendas de ropa en la escena del crimen, principal prueba en su contra, desmantelada años después cuando se descubrió que el verdadero asesino fue quien las colocó allí.
"No teníamos otra alternativa. Nuestros superiores nos ordenaron resolver el caso lo antes posible y la familia de la víctima nos exigía un final rápido y severo, por lo que no pudimos poner en libertad al único sospechoso", argumentó la misma fuente.
Cheng Yuansheng, responsable del departamento de justicia de la Escuela Normal de Anhui, atribuyó el "erróneo veredicto" al afán de éxito del cuerpo policial.
El drama de Zhao, un inocente condenado a muerte, pone de relieve la situación de la pena capital en China, donde según un informe publicado este mes por Amnistía Internacional, se ejecutaron mil 770 presos en 2005, aunque expertos chinos reconocen que la cifra real puede alcanzar los diez mil.