EL SIGLO DE TORREÓN
Enrique Guerrero Flores, de 39 años y vecino del ejido Ana, de este municipio, salió de su casa la tarde del sábado rumbo al poblado La Paz, pero ya no supieron de él hasta que ayer por la mañana lo encontraron muerto tirado afuera de una pequeña propiedad distante un kilómetro de Ana.
José Juan Hipólito Velásquez, encargado de la Policía Preventiva del Estado en esa área del medio rural, informa que durante su recorrido de vigilancia, al filo de las 8:30 horas descubrió sobre un camino paralelo a la carretera La Unión-La Partida, afuera de la pequeña propiedad de Lucas Ramos, una persona tirada.
Al acercarse a investigar, se percató que ya estaba sin vida el desconocido, quien vestía playera gris, pantalón negro de mezclilla, chamarra azul y una cachucha beisbolera azul.
El jefe policial dio parte al Ministerio Público y más tarde llegaron los peritos de la Delegación de la Procuraduría de Justicia, agentes del grupo de Homicidios de la Policía Ministerial y el agente investigador del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, Herman Mier Acosta.
El cuerpo se encontraba boca-abajo y al ser volteado por los peritos, se le veían manchas de sangre en el abdomen, por lo que se presume pudo haber sido asesinado con arma blanca, aunque el Ministerio Público no se aventuró dar ninguna información hasta en tanto tuviera el resultado de la necropsia del médico legista.
Luego de realizar el trabajo de campo los peritos, el cuerpo fue levantado y trasladado al anfiteatro del Hospital Universitario, para la necropsia de Ley.
Más tarde acudió a las oficinas del Ministerio Público, Deyanira Barrón Ávalos, de 30 años, esposa de Enrique, para la identificación legal y dijo que el sábado, como era costumbre, su esposo agarró la bicicleta y se fue al poblado La Paz, donde se reunía con unos amigos a tomar y ya no supo más de él hasta que ayer por la mañana le fueron a dar la noticia.