EFE
Los Ángeles, EU.- El compositor argentino Gustavo Santaolalla no tuvo suficiente con recibir el Oscar por la banda sonora de Brokeback Mountain. Lo mejor fue besar a la actriz mexicana Salma Hayek.
?Eso fue lo más?, subrayó con el Oscar en la mano, la estatuilla como el primer compositor argentino que consigue este honor y que la actriz mexicana le entregó ayer en el Teatro Kodak de Los Ángeles.
Santaolalla añadió otro orgullo a esta victoria, al sentirse más hispano que nunca. ?Yo crecí en Argentina pensando que América era un continente, no un país y estoy muy orgulloso de que estemos representados?, indicó el también productor discográfico.
Hablando ?medio en inglés, medio en español?, Gustavo Santaolalla aseguró que siempre se ha sentido muy argentino y muy latinoamericano. ?Pero viviendo aquí cada vez se amplia más mi sentimiento de latino?, afirmó un artista que vive a caballo entre Estados Unidos y Argentina. En su opinión, el ADN de Estados Unidos está cambiando y desde hace unos 15 años ?hay un gran componente latino?.
?Por eso es importante cada vez que uno de nosotros obtiene un reconocimiento?, añadió el compositor que en su victoria se impuso sobre el compositor español Alberto Iglesias y su trabajo por The Constant Gardener.
El Oscar no quiere decir que el músico se dedicará ahora al cine exclusivamente.
?Esto lo he dicho muchas veces, me encanta hacer todo lo que hago, he producido a Juanes, a Café Tacvba, quiero seguir haciendo todo?, dijo, ?espero hacer pocas películas que me gusten y me parezcan buenas y seguir haciendo discos y tocando?.
Por lo pronto está ligado ya a otro productor latino, pues compone la música de Babel, cinta del mexicano Alejandro González Iñárritu.
Lo sexual es secundario
El triunfo de Gustavo Santaolalla fue el primer Oscar de la velada para la película favorita Brokeback Mountain, un filme que el compositor no quiso resumir como una historia de amor homosexual. ?Siempre he dicho que es un ejemplo de que el amor nos hace a todos iguales. El tema sexual pasa a ser secundario?, subrayó Santaolalla.
Con la medalla de la suerte que le dio su madre colgada al pecho, Santaolalla recordó que seguirá trabajando tanto en música de películas como en la producción discográfica, o en sus propias composiciones fuera del cine.
?Y me encantará formar parte de la Academia. Tenemos tanto qué ofrecer?, añadió con un suspiro en referencia a la comunidad hispana.