Fue lo que realizaron las selecciones de Inglaterra y Argentina en su primer juego, una pena lo de Suecia, lo único que le faltó fue definir alguna de las tantas situaciones que crearon, y así Trinidad y Tobago se fue con su empate.
Inglaterra correcto con su juego, que con sólo los primeros diez minutos le alcanzó para llevarse un triunfo importante ante un Paraguay mezquino y con pocas ideas.
Lo rescatable de este encuentro fue Steven Gerrard, un medio de contención con mucho despliegue, remate, equilibrio para el equipo inglés y buen pasador.
Un comentario para México, si hay mejores árbitros que el engominado Marco Antonio Rodríguez, sin sentido común y repartiendo tarjetas, la pregunta es por qué no mandaron a otro.
Argentina hacía su presentación en Hamburgo, ante un estadio lleno de color blanco y celeste, Maradona junto a su familia y la gente gritando: ¡Vamos, vamos, Argentina!
Un resultado que de seguro le va a dar una mayor confianza para los próximos juegos, en un comienzo cuando mejor jugaba Costa de Marfil, un equipo con una gran facilidad para recuperar y desdoblar al frente, equivocándose en los metros finales, llega el gol de Hernán Crespo, quien aprovechó un rebote y con su olfato goleador la empuja para conseguir el primer tanto y darle un respiro al equipo, que no salió a apretar a su rival, sino que esperó y después descargaba en Juan Román Riquelme, quien tuvo todas las licencias y espacios que seguro no tendrá en los próximos juegos, claro ejemplo fue el segundo gol argentino, en donde Riquelme recibió, giró, se acomodó y le puso un perfecto pase a Javier Saviola, apareciendo en diagonal y definiendo de primera, al rival le faltó aplaudir.
Un tirón de orejas para el técnico de Costa de Marfil, seguro ni estaba enterado de cómo jugaba Juan Román Riquelme, debería saber que una de las condiciones del jugador argentino, con espacio hace lo que quiere.
En términos generales, Argentina cumplió con su objetivo, que era ganar, dejó algunas dudas en mitad de cancha hacia atrás, en donde Cambiasso no logró acomodarse nunca. y perdió balones en la salida.
Mañana tendremos el debut esperado por todos, el de México, que desde el primer partido deberá demostrar que está para jugarle a cualquier selección de igual a igual, y dejar de ser el ya merito.
¡Vamos México!
Hasta la próxima.