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PASADENA, CALIFORNIA.- La nave Mars Reconnaissance Orbiter pasó con éxito la mayor prueba de su existencia al entrar sin novedad en órbita en torno al Planeta Rojo. Pero aún le quedan por vencer otros desafíos.
El próximo mes, la nave de dos toneladas iniciará otra etapa difícil en su misión, valorada en 720 millones de dólares. Pasará los próximos siete meses acercándose más a la atmósfera del planeta hasta reducir su órbita -actualmente elíptica- a una circular que le pondrá a una distancia de 322 kilómetros de la superficie.
El propósito es acercarse lo más posible a Marte a fin de transmitir imágenes detalladas.
“Tenemos una capacidad de maniobra que les dejaría boquiabiertos”, indicó el científico de proyección Richard Zurek.
La Reconnaissance Orbiter se suma al periplo de otras naves, el Mars Global Surveyor y el Mars Odyssey de la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), y el Mars Express de la Agencia Espacial Europea, que ya circunvalan el planeta. En la superficie, los todo terreno Spirit y Opportunity, de la NASA continúan recorriendo el planeta.
A diferencia de misiones previas a Marte, el Reconnaissance Orbiter es la nave espacial de mayor potencia que ha llegado a Marte, y es previsible que envíe más información sobre el Planeta Rojo.
Después de adaptarse a su órbita, la nave iniciará una travesía de dos años para examinar el planeta en baja órbita antes de fin de año. Tiene previsto observar el clima y la atmósfera de Marte, buscar cualquier vestigio de agua en la superficie y encontrar posibles lugares para futuros aterrizajes a fin de enviar a la nueva generación de robots todoterreno y posiblemente exploradores humanos.
Después de eso, servirá como repetidora en la comunicación entre la Tierra y Marte hasta que concluya su misión 2010.
El director del proyecto Jim Graf pronosticó que los resultados científicos de la misión serán extensos. “Reescribirá los libros de ciencia sobre Marte”, destacó. El Reconnaissance fue lanzado en Florida a fines de agosto. Ha viajado 499 millones de kilómetros en un periodo de siete meses para hasta quedar en órbita.