EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- Mejor conocido como ?Cuco? o ?El Flaco?, para José Refugio Morales Espinoza, la mejor opción para subsistir fue el autoempleo, aunque a veces le resulta difícil obtener lo necesario para el sostenimiento de su familia. Existen otras alternativas de conseguir dinero, dice. ?Una es irse a trabajar de ?mojado? y la otra, comenzar a robar, pero esto no es para mí?.
La vida le ha enseñado a ser práctico, a sus 42 años de edad, ha desempeñado un sinnúmero de oficios, gracias a los cuales puede subsistir y mantener a su familia. ?No como quisiera, pero tan siquiera no pasa hambres?, asegura.
De tez morena, ojos castaños, cabello negro y lacio y complexión delgada, ?Cuco?, como muchos lo conocen desde pequeño, deja asomar una sonrisa bajo el tupido bigote al decir que ?ya no estoy para aventuras. Hace 20 años a lo mejor, ahorita ya no?, señala al referirse sobre la posibilidad de irse a trabajar al vecino país del norte.
?Para muchas personas, sobre todo jóvenes, Estados Unidos es su única opción, pero como está la situación de que allá nadie nos quiere y hasta hay gente en espera de ver llegar a los braceros para cazarlos como conejos, mejor nos quedamos aquí. Pero ese es mi sentir. Otros prefieren arriesgarse?, asegura.
Otra opción para conseguir dinero es la delincuencia. ?De joven cometí algunos errores que afortunadamente me sirvieron como experiencia. Eso se lo dejo a la gente sin escrúpulos o que les gusta el dinero fácil. A mí me gusta ganarlo con e sudor de mi frente?, asegura.
Entre los múltiples oficios que a lo largo de sus cuatro décadas ha desempeñado, están el de mecánico eléctrico, chofer de tráiler, albañil, mesero en un bar.
De tres años a la fecha y por consejo y ayuda de su padre Serapio Morales Rodríguez, instaló un taller mecánico en un terreno que logró comprar hace mucho tiempo, donde realiza reparaciones mecánicas en general, así como de transmisiones automáticas y afinaciones. ?Al principio también le hacía al eléctrico, pero a la gente no le gusta pagar y estos ?jales? deben cobrarse bien pues son muy engorrosos, por eso nomás me quedé con lo otro?, dice.
?Mi padre me aconsejó un día que era mejor quedarse en la tierra que lo vio nacer a uno, pues lejos de ella, donde no se conoce a nadie es muy difícil empezar desde cero. Desde hace dos años no se sabe nada de mi primo Pedro. Él se fue al otro lado a trabajar. Ya hasta su esposa se fue de la ciudad. Quién sabe qué le sucedería?, dice acongojado.
Son cuatro los hijos que tiene. Guillermo, el mayor, de 15 años, le sigue Alejandro, de 12; Gabriela, de nueve y por último Cristian, de siete. ?Fue el pilón?, dice al referirse al menor de sus hijos.
Orgulloso dice, ?mi tallercito nos da para comer a mí y a mi familia. No pasamos hambre, además es mejor estar aquí, no vaya a ser que por andar de aventura en Estados Unidos ya no regresemos a nuestra tierra?, terminó diciendo.