La terapia artística tiene un rango amplio de aplicación en áreas como la rehabilitación, la educación y la salud mental.
MÉXICO, D.F.- El arte ha sido utilizado como medio de expresión, ornamento, entretenimiento, pero también -y con mucho éxito- como una terapia que ayuda al tratamiento de enfermedades.
Como su nombre lo indica, la terapia a través del arte, o arteterapia, consiste en el uso de estas disciplinas para fines curativos. Puede ser aplicada con pacientes que requieran apoyo sicológico o físico.
En este tipo de terapia no se busca que el paciente se convierta en un virtuoso del arte; aquí se vuelve más importante el proceso creativo y de aprendizaje que el producto final. Llevarle música a un enfermo, contarle un cuento, mostrarle una sencilla obra de teatro, o llevarle materiales para que elabore alguna escultura, pintura o dibujo, puede ser un aliciente para su imaginación y a la vez un distractor que lo sacará de su estado introspectivo.
Esta disciplina surgió a mediados del siglo XX y fue impulsada por Donald Winnicot en los 70.
Se basa en la idea de que las representaciones visuales, objetivadas a través del material plástico, escrito, dramático y sonoro, contribuyen a la construcción de un significado de los conflictos psíquicos, favoreciendo su resolución.
Objetivos
La terapia artística tiene un rango amplio de aplicación en áreas como la rehabilitación, la educación y la salud mental. También es utilizada para tratar trastornos de la alimentación e imagen corporal (anorexia y bulimia); adicciones (drogadicción, alcoholismo); inadaptación social; deficiencias psíquicas (síndrome de Down, y recientemente se ha ampliado a deficiencias física y motrices (rehabilitación) donde se encuentran expresiones que se funden con el ámbito terapéutico como la musicoterapia, danzaterapia, biblioterapia, dramaterapia, entre otras.
Su objetivo está encaminado en crear un espacio lúdico de experimentación libre que sirva para despertar la conciencia del individuo. Es el medio para conseguir las mejores respuestas del paciente a sus problemas y limitaciones físicas.
El objetivo es facilitar la expresión a través del trabajo artístico, por lo que niños, jóvenes y adultos pueden reflejar su proceso interno, familiar y social de una forma más lúdica y creativa, que permita la expresión personal con la ayuda de los terapeutas.
Si bien el arte aplicado en el campo de la salud no es una cura para las enfermedades, -porque no sustituye a los medicamentos- sí ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente al hacerlo sentir útil, reconocido, capaz, entre otros factores que elevarán su autoestima.
Es así que el arteterapeuta no es un médico, pero trabaja en forma paralela en la recuperación del paciente.
Los resultados del arteterapia no sólo sirven al paciente, también al terapeuta, pues a través de los ejercicios que realizan los creadores es posible detectar problemas propios de su enfermedad o conflictos familiares, los cuales son herramienta necesaria para el trabajo de los sicólogos, tanatólogos y médicos que los atienden.