Publican libro de autoayuda para el trastorno que padecen al menos cuatro millones de ciudadanos, según la Sociedad Nacional de Fóbicos.
EFE
Londres.- Al menos cuatro millones de británicos tienen fobia a los lavabos públicos, y el número va en aumento, advirtió la Sociedad Nacional de Fóbicos al presentar una campaña de concienciación sobre ese trastorno.
En los casos más agudos, los afectados se niegan a salir de casa o a someterse a intervenciones quirúrgicas por no tener que pasar por el trance de usar un retrete ajeno o ser visto entrando o saliendo de instalaciones públicas, alerta esta asociación.
La Sociedad, que ha clasificado la fobia a los lavabos públicos como un trastorno de ansiedad específico, ha publicado un libro de autoayuda y un DVD para los sufridores.
Algunos fóbicos, señalan los promotores de la campaña, pueden negarse a tomar líquidos, arriesgándose a dañarse los riñones, así como tomar fármacos para evitar tener que ir al baño en un momento inoportuno.
Los afectados son capaces de rechazar un trabajo si el servicio está situado muy lejos de un área común o si pueden ser observados mientras se dirigen a esas dependencias.
Situaciones rutinarias como tener que producir una muestra de orina llenan de terror a los fóbicos, aseguran los asociados, que han decidido lanzar esta campaña porque piensan que mucha gente no admite que sufre la fobia por el estigma que la rodea.
"Poca gente reconoce tener un trastorno de ansiedad, y menos aún tener una fobia relacionada con los lavabos, por la verg~enza obvia y la humillación de que se rían de ellos o por el temor a que no se les tome en serio", dijo Nicky Lidbetter, directora de la Sociedad Nacional de Fóbicos.
Pero "por muy divertido que nos parezca, no es motivo de risa.
Tenemos que afrontar este trastorno", animó.
Según los expertos, la fobia a los lavabos puede derivarse de otros trastornos, como ser obsesivo compulsivo con un temor a la contaminación; agorafobia, que da una sensación de estar atrapado y la necesidad de escapar; la paruresis, o temor a orinar en compañía de otros; y la parcopresis, o incapacidad para defecar en lavabos públicos.