Las estrategias en política pierden su sentido cuando debe procederse sin perder un minuto para corregir lo que está haciendo daño. Lo único que queda por sopesar es si actuando ahora se causa un menor deterioro a la institución o la prudencia aconseja que las cosas se mantengan tal como se encuentran para no dar paso a un espectáculo bochornoso que afecte las campañas en busca del voto de la ciudadanía. En efecto, los que estando en un partido político no apoyan abiertamente a sus candidatos, haciéndose los remolones, juntándose con los de otro partido, ¿debe tenérseles consideraciones por táctica, aunque estén demostrando una absoluta falta de lealtad? El virus de la disidencia está afectando lo mismo al Partido de la Revolución Democrática, PRD, que al Institucional, PRI. Uno se hace el disimulado pretendiendo que nada pasa, mientras en las filas del otro se está en la búsqueda de una rama gruesa y se prepara la soga para disuadir a los demás de que no rompan la frágil disciplina. Cuál de las dos conductas es la mejor. El tiempo lo dirá. No falta mucho.
En el PRD se finge que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano apoya la candidatura de AMLO a pesar de los constantes desaires que le ha hecho al no asistir a ninguno de sus mítines. En los primeros días le dio las espaldas al entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal cuando había una persecución en su contra queriendo desaforarlo y someterlo a un proceso federal de desobediencia a un mandato judicial. Lo que en realidad se intentaba era impedir que tuviera ocasión de registrarse como aspirante a la Presidencia de la República. No se sabe con certeza el por que de la actitud del Ingeniero, por lo que cabe adivinarlo al trasluz de lo acontecido. Una hipótesis sería que está dolido por que queriendo figurar nuevamente, por cuarta ocasión, como abanderado de ese partido la participación de Andrés Manuel lo dejó fuera. Fue tal su decepción que a punto estuvo de marcharse del PRD llevándose a sus seguidores para fundar otro partido que, reconociendo sus méritos, lo impulsara. Se quedó a medio camino. Ni se convirtió en un tránsfuga, ni apoya decididamente al candidato de su partido.
En el PRI las cosas están calientes. Tanto Manuel Bartlett como Oscar Canton Zetina han manifestado su apoyo a la candidatura de López Obrador del PRD. Estiman que la única manera de evitar que el PAN continúe apoltronado en Palacio Nacional es no desperdiciando los votos en quien ellos aseguran no va a ser, dando por muertas las pretensiones de Carlos Madrazo Pintado considerando que en su futuro lo está esperando un rotundo como sonoro fracaso. Lo que se avizora de verdad en su reluctancia, no es tanto que el abanderado priista vaya abajo en las encuestas, si no que detrás de Madrazo ve la sombra de un ex Presidente que lo mandó a la pasarela sin posibilidades reales de aspirar a la candidatura haciéndola de partiquino. Lo que lo tiene enmuinado y retobón es el engaño pues le dijeron que si participaba tendría en el bolsillo su nominación.
En lo que concierne a la profesora Elba Esther Gordillo se cuece aparte. El proceso de expulsión se basa en que ha apoyado públicamente la creación del Partido Nueva Alianza, PANAL, lo que funda la medida. Esta más que probado desde tiempo atrás que rompió con Madrazo y corto los lazos con Carlos Salinas de Gortari, despotricando, en el paroxismo de verse relegada, que no les tiene miedo, estando a punto de provocar un cisma en el PRI. Se aprovecha que la profesora irá con otros dos separatistas para disfrazar el escándalo que de todas maneras se provocará. En pleno proceso electoral se ha tomado esta decisión. Una cabeza fría hubiera recomendado que esperaran a después del 2 de julio para iniciar el proceso de exclusión; aún se puede, es cuestión de darle largas. Los sentados en el banquillo de la Comisión de Honor y Justicia, no tienen nada que perder y si todo que ganar, podrán hacer de la audiencia en que serán escuchados un vodevil. Quizá lo que habla en su favor es que lo atribuido lo dijeron en forma abierta y sin tapujos. Aunque se cuidaron de camuflar las verdaderas razones. Ante este panorama Lo único que se me ocurre preguntar, es: ¿qué cara pondrán si Roberto obtiene una victoria en las urnas, sobreponiéndose a lo que hasta ahora parece una derrota? O si pierde ¿qué pasará con el tricolor?
