DÍA ESPECIAL| DAN A LOS PEQUEÑOS SUS MEJORES DESEOS.
Son famosos actualmente, pero su infancia está presente como un feliz recuerdo.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Ahora son actores reconocidos de cine y televisión, pero antes también fueron niños, y al igual que los chiquitines de hoy se divirtieron, jugaron y sufrieron.
Sin embargo y pese a lo que pudo haberles ocurrido, ni Alejandra Barros y mucho menos César Bono, Carlos Espejel, Cecilia Suárez ni Macaria cambiarían su niñez; etapa que los marcó sobremanera pero que también disfrutaron al lado de sus familias.
Estos famosos platicaron a los lectores de El Siglo de Torreón cómo fue su niñez, y aprovecharon para decirle a todos los chicos de la región ¡Feliz Día del Niño!
Alejandra Barros, abusona al por mayor
Con su cara angelical, Alejandra Barros parece que no rompe ni un plato, pero cuando niña, esta actriz del melodrama La Verdad Oculta se dio vuelo molestando a su hermana mayor y luego haciéndose la inocente ante sus padres para que la regañaran.
?Era tremenda... mi hermana la grande me lleva tres años y ya sabes siempre ha sido la responsable y me tenía que cuidar, pero yo abusaba muchísimo de ella y sabía que si lloraba la iban a regañar, así que lloraba a la menor provocación; pero cuando fui creciendo el truquito dejó de funcionarme porque llegó una edad (a los ocho años) en la que mi mamá ya no me creía nada y ya no pude salirme con la mía?.
Posteriormente, ella y su familia se fueron a vivir a Cancún, y como estaban solos aquello provocó que se hiciera muy amiga de su hermana.
?La verdad yo prefiero la niñez porque no te tienes qué preocupar por nada más que por jugar y divetirte, y no por deber las tarjetas de crédito?, contó Alejandra, quien agregó que siempre fue una niña muy ?masculina?, ya que prefería irse a pescar, subirse a los árboles o jugar con piedras y cangrejos, que jugar cosas de niñas.
Cecilia Suárez, siempre tranquila
En la mayoría de las películas en las que participa Cecilia Suárez derrocha energía, sólo basta que la recuerde en la cinta Sexo, Pudor y Lágrimas; pero durante su niñez fue todo lo contrario: una chica tranquila, que no hizo más qué ver pasar la vida en su natal Tampico.
?Ni siquiera me acuerdo de alguna travesura que haya hecho, no mi infancia fue muy tranquila, eso más bien vino después, en la secundaria, que es cuando te empiezas a despertar?, comentó brevemente esta actriz del cine mexicano que ha participado en cintas tan importantes como La Ley de Herodes, Los Tres Entierros de Melquíades Estrada, y más recientemente Un Mundo Maravilloso.
Ceci Suárez contó que era de las niñas que les gustaba ver tele y estar en su casa, pero ya en la secundaria, fue otra cosa.
Macaria, cambio total
Lo recuerda como si hubiera sucedido ayer; apenas tenía seis años, cuando Macaria tuvo que dejar los mimos de sus abuelos en La Habana, Cuba para venirse a radicar con su madre a la Ciudad de México. A partir de ese momento comenzó a tener responsabilidades. ?Fue un cambio absoluto de país, de comida, de clima, de entorno, de atención, de responsabilidad ¡de todo!?.
Tal como le está sucediendo a ella, su progenitora era madre soltera y tenía qué trabajar ?y me tocó hacerme responsable de mi hermano y de cuestiones de la casa, cosa que agradezco mucho porque son situaciones que me obligaron a aprender desde chiquita a cumplir?.
Pese a lo que vivió, esta actriz del programa Vecinos asegura haber sido muy feliz. Desde entonces jugaba a ser artista, a cantar y bailar, pero también era buena brincando la cuerda y jugando matatena. ?En la escuela siempre andaba declamando o en obras, de hecho la primer obra en la que participé fue en la secundaria, se llamaba A Ninguna de las Tres, y seguí haciéndolo en adelante?.
César Bono: chistoso no, independiente sí
El simple hecho de traer aquellos instantes a su mente, lo hacen sentir de maravilla. El comediante César Bono puede presumir de haber vivido en una Ciudad de México muy distinta a la de hora; en la de sus tiempos podía salir a jugar a la cuadra con los cuates, y también tomaba su bicicleta y se andaba por todo el DF.
?Yo vivía en la colonia Nápoles y llegaba hasta el centro, en fin cosas que ahora no se pueden hacer, no tanto por el carácter o personalidad del niño, sino porque nos tocó otro México, pero sí crecí muy independiente, muy feliz, rodeado de amor. Fui muy travieso y en la edad de la rebeldía también fui muy rebelde?.
César Bono asegura que siempre ha sido introvertido y tímido, todo lo contrario a lo que aparenta, pero eso sí: sumamente juguetón. En su niñez su juguete favorito fue sin lugar a dudas la bicicleta, y el suceso que lo marcó de por vida fue el divorcio de sus padres. ?Me afectó mucho?.
Carlos Espejel, de ?doble vida?
Carlitos, el niño iba a una escuela de gobierno y pertenecía a una familia tradicional. Carlitos, el artista, salía en televisión, viajaba por todo el país y por centro y Sudamérica y hasta tuvo la oportunidad de conocer a infinidad de presidentes y gobernadores, además tuvo la fortuna de trabajar en Disneylandia y visitar Nueva York. ?...En realidad era como una doble vida, por un lado era un chavito que iba a la primaria de gobierno y por otro una estrella. No fue difícil vivirlo así, tuve una mamá muy inteligente, una familia integrada y eso ayudó muchísimo a que mi formación fuera como estar ahí (trabajando) por gusto?...
Pero aparte de actuar, a Carlos Espejel -quien se hizo muy famoso por su participación en el programa Chiquilladas, especialmente con su papel de Chiquidrácula- le gustaba jugar futbol y carreteritas, andar en bicicleta y sobre todo viajar.
?Creo que lo mejor de ser niño es tu capacidad de sorpresa, tu ingenuidad, tu tiempo; siempre los niños están como en el hoy, viviendo el presente. Yo definitivamente fui un niño muy feliz?.
Octavio Caña, un ?vecino? muy especial
De todos los entrevistados, el único que se encuentra todavía disfrutando su niñez es Octavio Caña, el chiquitín que le da vida a Benito, en el programa de comedia Vecinos.
Con sus apenas siete años de edad este pequeñín ya está haciendo lo que le gusta: actuar, y además ya tuvo oportunidad de salir un tiempo en el programa En Familia con Chabelo.
Dice que es travieso pero muy inteligente, y también un amante del futbol, ?este día del niño yo lo que quiero es jugar futbol, es mi deporte favorito?.
El pasado viernes, Octavio disfrutó en su escuela de una divertida fiesta: rompieron piñata, hicieron concursos y jugaron al mercado. ?También mi papá me va a festejar, y ojalá que los de la producción también. Si me preguntan qué quiero de regalo, les voy a decir que unos muñecos?.
Hasta el momento, dice que la travesura más grande que ha hecho es romper un jarrón gigantesco de su mamá; con respecto a su carrera aseguró que quiere seguir siendo actor el resto de su vida.
?A todos los niños sólo les puedo decir que léan mi entrevista y se porten bien este 30 de abril?.
