EL PAÍS
TEL AVIV, ISRAEL.- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, se mantiene estable dentro de la gravedad, bajo fuerte anestesia y con respiración asistida, según el último comunicado del Hospital Hadasa de Jerusalén, donde está ingresado tras sufrir una hemorragia cerebral masiva, mucho más grave que el leve infarto que tuvo el pasado 18 de diciembre.
“La situación no es de coma, su cerebro y su corazón funcionan de forma independiente”, señala el comunicado. El viceprimer ministro, Ehud Olmert, ha asumido todos los poderes de forma interina, aunque las posibilidades de que Sharon pueda reintegrarse plenamente a la actividad política parecen muy remotas.
Shlomo Mor Yossef, director del hospital Hadasa de Jerusalén, donde fue ingresado el miércoles el primer ministro, ha indicado que Sharon seguirá sedado al menos durante dos días más. “Es un proceso largo. Pasarán al menos 48 horas hasta que el primer ministro se recupere de la operación”, ha dicho.
La intervención, que se prolongó durante siete horas, ha logrado controlar la hemorragia. “Los signos externos revelan que el señor Sharon sigue en un estado grave pero su situación es estable”, ha dicho. El líder israelí ha quedado ingresado en la unidad de neurocirugía del centro. Según los doctores que han intervenido al líder israelí, un nuevo coágulo obstruyó el riego en el cerebro provocando la hemorragia. Para aliviar la presión en el cerebro, han tenido que perforar la masa craneal a fin de introducir un pequeño tubo con el que se extrae la sangre almacenada.
Al conocerse el grave estado de salud del primer ministro, el secretario de Gobierno, Israel Maimón, informó que, debido a la necesidad de suministrarle anestesia general durante la operación, todos los poderes fueron transferidos al viceprimer ministro, Ehud Olmert. La decisión fue tomada por el asesor jurídico del Gobierno, Menahem Mazuz, tras entrevistarse con los miembros del equipo médico que atiende a Sharon.
Olmert reunió a primera hora de la mañana del jueves al Gobierno para enviar un mensaje de estabilidad y continuidad a los israelíes, según un portavoz del Gobierno. “Este es un día difícil”, ha dicho el viceprimer ministro Olmert a los miembros del Gabinete. El asiento de Sharon permaneció vacío en el centro de la mesa. Olmert ha pedido a los ministros que reanuden su trabajo a la espera de “buenas noticias del hospital”.
Por su parte, el líder del Likud, Benjamín Netanyahu, ha decidido aplazar la dimisión de los cuatro ministros de su partido, que él mismo ordenó para este próximo domingo. Netanyahu, que ha sucedido a Sharon al frente del partido tras la decisión de liderar una nueva opción política, ha expresado su apoyo a Ehud Olmert y su deseo de que el Likud continúe en el Gobierno. Los asesores esperan que esta decisión contribuya a crear estabilidad política.