En México, el 46.6 por ciento de las mujeres ha sido víctima de alguna o varias de esas agresiones por parte de sus parejas.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Desde hace un año, este hombre se ha empeñado en una tarea que al menos en este momento parece imposible: acabar con la violencia contra las mujeres.
Roberto Garda está al frente de la asociación civil Hombres por la Equidad, una agrupación de autoayuda cuyo propósito final es tener una mejor relación de pareja.
Pero pocos lo logran. Sólo dos hombres, por cada diez que ingresan al grupo, concluyen la terapia con éxito.
Garda considera que la violencia contra la mujer crece en la medida en que ésta ?se empodera? y es capaz de tomar sus propias decisiones.
?No es que los hombres se sientan amenazados; más bien, no saben cómo asimilar el hecho de que la mujer sea ahora autosuficiente y pueda cumplir con las tareas que antes sólo realizaban los hombres como proveedores?. En el fondo, destaca, se trata de una lucha de poder.
Desde 1999 y por decisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada 25 de noviembre se conmemora en el mundo el Día para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres como un acto de protesta por el asesinato, en 1960, de las hermanas y activistas políticas Patricia, Minerva y María Teresa Mirabal en manos de la policía en la República Dominicana.
La ONU asegura que una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de violencia en su vida, ya sea emocional, física, sexual o económica. En México, el 46.6% de las mujeres ha sido víctima de alguna o varias de esas agresiones por parte de sus parejas.
¿Por qué? Esta es la respuesta de Roberto Garda, quien se reconoce a sí mismo como un hombre que fue violento con su ex pareja: ?Es una cuestión cultural, social, porque desde la infancia se le enseña a los hombres a demostrar su masculinidad y una de las vías para hacerlo es la violencia. Además, los hombres se dan cuenta que con golpes se solucionan sus problemas y por eso muchos dicen para qué negociar con mi pareja si con una cachetada se soluciona todo?.
Cuando un hombre golpea e insulta a su pareja el mensaje es: ?Yo soy el que manda? y ?cuando son confrontados por la mujer la violencia crece y por eso ahora hay tantos asesinatos?.
Asegura, por la experiencia que tiene escuchando y orientando a hombres violentos, que ellos siempre están conscientes de las agresiones que ejercen contra sus parejas e incluso, dice, también les duele.
?Ellos se sienten mal después de agredir y es por eso que después viene una luna de miel en la que piden perdón a la mujer y le prometen que no lo volverán a hacer, pero lo vuelven a hacer porque no saben responder de otra forma?.
Para conseguir su fin, esta asociación civil reúne una vez por semana a un grupo aproximado de 40 hombres que llegan al lugar de manera voluntaria, por lo regular, después de que su pareja terminó con la relación o los demandó por violencia doméstica.
En las sesiones todos hablan de su experiencia y discuten sobre las formas como deben resolver los conflictos con su pareja de manera pacífica. Algunas de esas recomendaciones son: ante un conflicto, retirarse en el momento y tratar de relajarse; en lugar de gritarle a la pareja, reconocer que se tiene miedo y que también se es vulnerable y aprender a escuchar y ceder.
Es el hogar es el espacio de mayor riesgo para la mujer
El espacio de mayor riesgo para las mujeres y niñas en nuestro país es su propio hogar, su entorno familiar, reconoció Alicia Elena Pérez Duarte, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con actos de Violencia contra las Mujeres (Fevim), quien sugirió a la nueva administración dar continuidad a las políticas públicas y de procuración de justicia para revertir este fenómeno.
Al rendir su informe de labores, a nueve meses de creación de la Fevim, señaló que la violencia de género se traduce en un catálogo de delitos como la tortura, amenazas, hostigamiento sexual, violación, abuso de autoridad, trata de personas y lenocinio, que forman parte de los expedientes abiertos en su área durante este periodo.
Aunque no detalló el número de denuncias que se integran en la Fiscalía, indicó que fueron presentadas son por delitos cometidos en el Distrito Federal y los estados de Coahuila, Chihuahua, México, Oaxaca, Puebla y Yucatán.
Entre las averiguaciones previas abiertas por la Fevim, está el caso de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, por delitos de género y violaciones a sus garantías, una investigación que de acuerdo con a funcionaria tiene 95 por ciento de avance; también esta área investiga los presuntos actos de tortura y abuso sexual por parte de policías contra mujeres de San Salvador Atenco, derivado de operativos efectuados en mayo pasado, víctimas a las que se les ha brindado apoyo médico y sicológico.
La funcionaria señaló que a partir de las investigaciones realizadas en la Fevim ?hemos constatado que en situación de frontera, la violencia hacia mujeres y niñas se recrudece y agrava?, aunque el fenómeno no es privativo de las zonas que colindan con otros países, también en fronteras entre entidades, y en este caso la más significativa es la zona limítrofe entre los estados de México, Morelos y el Distrito Federal.
En el marco del Día Internacional de la No-Violencia hacia la Mujer, Pérez Duarte señaló que en México ?el espacio de mayor riesgo para las mujeres y las niñas es nuestro propio hogar, nuestro propio entorno familiar, y ello determina nuestra exposición a otras formas de agresiones externas? culturalmente aceptadas y arraigadas.
Por ello, señaló que provocar cambios sociales e institucionales para la prevención y atención de este fenómeno ?requiere de la actuación punitiva decidida y firme de las autoridades de los tres órdenes de gobierno y de los tres poderes del Estado? a fin de que casos como el de las muertas de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua no se repitan.
Sobre las muertas de Ciudad Juárez indicó que ?no podemos afirmar que los feminicidios son asunto del pasado, desafortunadamente no es así, pero sí podemos sostener que la impunidad y la desatención a las sobrevivientes y a sus familias, sí han quedado atrás?.