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MÉXICO, DF.- El dramaturgo y director de teatro Ludwik Margules murió la noche del martes a consecuencia del cáncer que desde hace algún tiempo padecía, y sus restos fueron sepultados ayer al mediodía en el Panteón Israelita de la capital mexicana.
Fundador del Foro Teatro Contemporáneo, que cerró el año pasado por falta de apoyos para su manutención, Margules deja un importante legado en la dramaturgia mexicana, luego de haber preparado a diversas generaciones de actores como Julieta Egurrola o Luisa Huertas, entre muchos otros.
Nacido en Polonia el 15 de diciembre de 1933, Margules llegó a México en 1957 al lado de sus padres y un hermano; aquí se desarrolló personal y profesionalmente, al grado de que en los años 60 junto a otros dramaturgos y directores, marcaría el devenir del teatro mexicano.
Realizó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la Escuela de Arte Dramático de Bellas Artes, en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y en la Escuela del maestro Seki Sano.
En 1961 dirigió El Gran Camino, de Anton Chéjov, a la que siguieron La Trágica Historia del Doctor Fausto, de Marlowe (1967); Ricardo III, de William Shakespeare (1971); El Tío Vania, de Chéjov (1978), y De la Vida de las Marionetas, de Sabina Bergman (1983).
Jacques y su Amo, de Milán Kundera (1988); Ante Varias Esfinges, de Jorge Ibargüengoitia (1991); Las Adoraciones, de Juan Tovar (1993); Tiempo de Fiesta y Luz de Luna, de Harold Pinter (1994); Cuarteto, de Heiner Müller (1996); El Don Juan, de Moliére (1997), y la Antígona en Nueva York, de Janusz Glowacki.
Dirigió las óperas The Rakes Progress, de Auden y Stravinski (1985); El Fausto, de Charles Gounod (1986); Aura, de Mario Lavista, según el relato de Carlos Fuentes y adaptación de Juan Tovar.
También realizó trabajos de dirección cinematográfica, televisión y radio. Hizo crítica y ensayos teatrales, y fue director del Departamento de Actividades Teatrales de la UNAM y en dos periodos del Centro Universitario de Teatro.
Ejerció una ininterrumpida labor docente en los campos de Dirección Escénica y Actuación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Centro Nacional de las Artes (CNA) y en varias instituciones teatrales en provincia, y dirigió el Foro Teatro Contemporáneo que él mismo fundó.
Su hija, Lydia Margules, recordó entonces que el interés de su padre con el Foro había sido generar más allá de una escuela de formación, un centro de creación de un pensamiento teatral crítico y propositivo, capaz de enfrentarse a la vida cultural cambiante, adversa tal vez y siempre exigente del país.
Por ello, dijo, la decisión de cerrar el que se había constituido como una de las más importantes alternativas en la formación actoral, la presentación de producciones escénicas y como foro de reflexión teatral, le había causado profunda tristeza.
Margules, quien en 2003 recibió del Gobierno mexicano el Premio Nacional de Ciencias y Artes, dijo entonces que tal reconocimiento era un incentivo ?para tantos creadores teatrales que se desarrollan en el país y dedican su tiempo y esfuerzo a esta tarea?.
En el INBA no precisaron si habrá un homenaje posterior a su muerte, pues hasta las 14:00 horas desconocen cuál es la postura de su familia a este respecto.
