DESESPERACIÓN| DECENAS DE PERSONAS BUSCAN A SUS FAMILIARES.
Los hospitales no se dan abastopara atender a los heridos, claman por ayuda.
Agencias
Pangandaran, Indonesia.- Personas con lágrimas en los ojos buscaban a sus hijos desaparecidos y soldados excavaban en las casas destruidas por el segundo tsunami en afectar Indonesia en apenas un par de años. Al menos 352 personas han muerto y otras 600 están desaparecidas.
Los cadáveres cubiertos por mantas blancas llenaban depósitos improvisados, mientras que otro cuerpo, el de una mujer, continuaba tendido en una popular playa.
?No me importa perder mi propiedad, pero por favor Dios, devuélveme a mi hijo?, dijo Basril, poblador local, mientras él y su esposa buscaban entre las pilas de escombros en el centro vacacional de Pangandaran, en la costa sur de la isla de Java.
La zona se salvó de los devastadores efectos del tsunami de 2004 y muchos de sus pobladores no sintieron siquiera el maremoto de magnitud 7.7 del lunes que generó una ola de dos metros de altura.
Pero muchos de ellos reconocieron el peligro cuando vieron el mar retroceder y huyeron a terrenos altos, gritando el alerta. Una ola de agua negruzca se lanzó sobre la playa media hora después, dijeron testigos, lanzando barcos, automóviles y motocicletas contra los centros de veraneo y poblaciones pesqueras. El agua se internó 300 metros tierra adentro.
El número de muertos se elevó cuando menos a 359, dijo un funcionario del Ministerio de Salud, Nurvila Dewi, mientras que otras 165 personas están desaparecidas y más de 600 lesionadas.
?Todavía estamos encontrando muchos cadáveres, la mayor parte atrapados en las ruinas de las casas?, dijo el jefe de Policía local Syamsuddin Janieb en Pangandaran.
Un paquistaní y un sueco se cuentan entre los muertos, dijo, sin dar a conocer sus identidades o sexos. Una mujer francesa que resultó herida dijo que su novio está desaparecido.
La mayor parte de las víctimas es de Indonesia. Un funcionario consular holandés en la ciudad de Bandung dijo que tres de sus conciudadanos habían muerto, pero el ministerio de Relaciones Exteriores en La Haya no pudo confirmar la información.
Al menos 23 mil personas abandonaron sus hogares, ya fuera porque resultaron destruidos o ante el temor de otro tsunami, lo cual podría complicar el determinar el destino de los desaparecidos durante algún tiempo, dijeron las autoridades.
En la que hasta el lunes era una de las playas más famosas y concurridas del suroeste de Java, la playa de Pangandaran, el panorama es desolador.
Decenas de casas, hoteles y restaurantes han quedado reducidos a escombros o dañados seriamente.
Los grupos de salvamento, personal del Ejército y voluntarios llevan más de doce horas de rastreo de los 180 kilómetros de litoral devastado en busca de sobrevivientes.
?Poco después del amanecer hemos encontrado un bebé de seis meses que había quedado atrapado en la arena y lo hemos trasladado de inmediato al hospital?, indicó Seno, miembro de los equipos de salvamento.
?Tememos que los padres estén entre las víctimas porque varias horas después de haberlo encontrado aún nadie lo ha reclamado?, agregó.
Muchas de las víctimas mortales son niños y adolescentes que jugaban en la playa en el momento del impacto de las ?olas asesinas?.
?Es mi hija, mi hija?, murmura entre lágrimas un hombre de mediana edad arrodillado a los pies del cadáver de su hija menor.
Mientras tanto ayer, los hospitales de la zona golpeada por el tsunami se encuentran desbordados de trabajo y reclaman material sanitario ante la gran afluencia de heridos.
En el hospital de Banjar, los heridos reciben asistencia en los pasillos y en la recepción del centro ya que las 178 camas de que dispone se encuentran ocupadas.
En las zonas de emergencia habilitadas, los pacientes duermen en el suelo sobre cartones y mantas.
?Por ahora, necesitamos colchones, bolsas para cadáveres y material traumatológico, supongo que a partir de mañana la lista aumentará?, señaló la doctora Teti, mientras atendía a una mujer con heridas en la cabeza y los brazos.
?Estaba sola en casa y no me dio tiempo a nada. El agua me arrastró más de cien metros y cuando se retiró, noté que tenía cortes por todo el cuerpo?, explicó Lita Kristiani, madre de ocho hijos.
?Es un milagro que esté viva?, agregó la mujer.
Aprueban fondo especial para las víctimas
El Gobierno de Indonesia ha aprobado un fondo de mil millones de rupias (1.1 millones de dólares para los trabajos humanitarios en el sur de la isla de Java, en la zona devastada por un tsunami que ha causado unos 352 muertos y miles de damnificados.
El vicepresidente Jusuf Kalla informó a los medios en Yakarta que el dinero irá para atender a los heridos y para alimentar y cobijar a las personas desplazadas.
Entre las víctimas mortales hay siete extranjeros, entre ellos un holandés, un sueco, un japonés y un paquistaní, mientras que entre los desaparecidos figuran dos niños suecos que pasaban unas vacaciones en Pangandaran.
Kalla explicó que en esta ocasión la alerta de tsunami fracasó en Indonesia porque no hubo tiempo para reaccionar.