EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Luto, escándalo y disimulo/Archivo adjunto

Luis F. Salazar Woolfolk

La explosión y derrumbe ocurridos en la mina Pasta de Conchos ubicada en el Municipio de San Juan de Sabinas, enluta a la comunidad coahuilense ante la certeza del fallecimiento de los mineros.

El trágico evento que es consecuencia del alto riesgo en que se desarrolla la extracción de carbón para la producción de energía eléctrica, obliga a repetir la reflexión histórica sobre las condiciones de seguridad en que se desarrolla el trabajo de referencia y la necesidad que existe respecto a su mejoramiento.

Lo anterior no es privativo de la actividad mencionada, sino que alcanza a todos los rubros del quehacer laboral en los que esté involucrada la seguridad de la persona humana, como condición al respeto a su dignidad.

Por ello es explicable que en torno a la tragedia, se desarrolle un debate sobre lo ocurrido y se realice una investigación que determine las causas próximas de la tragedia.

Es evidente que la responsabilidad compete a la empresa como generadora del riesgo que objetivamente crea la explotación de la mina sin embargo, es preciso realizar la investigación que se menciona, para prevenir accidentes futuros.

Por desgracia lo ocurrido ha servido como telón de fondo a reyertas entre funcionarios públicos de diversos niveles, que han visto en el evento la ocasión de dirimir sus diferencias político partidistas, con la participación algunos medios de información proclives al escándalo.

En medio de los dimes y diretes que enrarecen el ambiente, surge el destello de una vergonzosa omisión que a pesar del soslayo y el disimulo general, interpela a la sociedad mexicana y a la llamada clase política en su conjunto.

Resulta que el gas metano que se libera con motivo de la extracción del carbón es el principal factor de riesgo en la operación de la mina y en el caso concreto, fue la causa de la explosión.

El riesgo mencionado podría ser reducido si el gas de referencia fuera controlado para su utilización industrial en la generación de energía eléctrica, lo que además tendría un efecto de protección al medio ambiente y arrojaría ingresos que la empresa calcula en cien millones de dólares anuales, que de manera increíble en la actualidad se pierden.

El motivo por el cual no se aprovecha el gas metano, obedece a que en México la Ley ha creado un monopolio en beneficio del Estado en relación a la producción de energía, lo que implica una prohibición tajante al respecto que inhibe a los particulares.

Desde hace años existen iniciativas de reforma al marco legal que tienden a eliminar la absurda prohibición que se menciona sin embargo, la reforma energética enfrenta en nuestro país la oposición sistemática de algunas corrientes políticas que mantienen una actitud que a la luz de los acontecimientos, merece ser calificada de criminal además de tonta.

lfsalazarw@prodigy.net.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 199625

elsiglo.mx