Esta gallina debe ser la Miss Universo de todas las gallinas. Pasea por el corral su majestad de reina, y su cloc cloc acompasado pone en el mundo ritmo de gavota.
Canten otros al águila o al cóndor; digan delicuescencias del ruiseñor o de la alondra. Yo haré el encomio de esta gallina de enhiesta proa y abundante popa que mira con estudiada indiferencia a las demás criaturas, y que si esto leyera ni siquiera me daría las gracias. ¿Acaso las soberanas agradecen la adulación de sus vasallos?
El gallo, que a las demás gallinas trata como sultán de harén, se acerca a ésta con humildad de enamorado, y ella lo admite igual que si le diera una limosna.
Cuando esta gallina sale del gallinero en la mañana, me asombra que el gallo de la veleta no baje a hacerle reverencias.
¡Hasta mañana!...