Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

M I R A D O R

Armando Fuentes Aguirre

El perro de mi rancho se llama ?Nopisiái?.

En sus días de cachorro se metía en el jardín de las dalias. Y le gritaba doña Lucha:

-¡No pise ?ai!

Luego iba hacia el almácigo donde empezaban a crecer las diminutas plantas del chile, el ajo y la cebolla. Y le gritaba don Abundio:

-¡No pise ?ai!

Y así se le quedó de nombre: el Nopisiái.

Voy por la huerta y el perro va conmigo. De súbito entre las patas le salta un conejito. El Nopisiái corre tras él y lo arrincona contra la barda de la galera grande. No tiene escapatoria el conejito. Ya alarga el Nopisiái patas y belfos para atraparlo. Yo le voy a gritar: "¡Quieto!'', pero no alcanzo a hacerlo. El Nopisiái se frena. Ha visto que el conejo es un gazapo, un asustado conejito niño, y no lo toca. Voltea a verme como en consulta y obedece mi voz de regresar.

Le doy unas palmadas y me quedo pensando por qué nosotros los humanos no respetamos la vida que comienza, si ante ella hasta los perros de rancho se detienen.

¡Hasta mañana!...

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 228158

elsiglo.mx