Me habría gustado conocer a Vicente Espinel.
Nació este magnífico señor en 1550. Estudió en Salamanca y vivió en Sevilla. Quizá por eso tiene al mismo tiempo la señorial sapiencia salmantina y la sal luminosa sevillana. Por eso quizá inventó la décima que lleva su nombre, espinela, y le añadió una cuerda a la guitarra. Letra y música fue Vicente Espinel.
Tengo en mi biblioteca tres carteles. Dice el primero: ?No presto libros: esta biblioteca está hecha con libros que me han prestado a mí?. Dice el segundo, copiado de la Biblioteca Palafoxiana en Puebla: ?Hay excomunión fulminada contra los que extrajeren algún libro?. Dice el tercero: ?Los libros hacen libre a quien los quiere bien?. Esta última frase es de Espinel.
Pues bien, leyendo a este gran español del Siglo de Oro encontré una frase deliciosa. Para caracterizar a uno de sus personajes dice Espinel que era ?cortés como un indio mejicano?. Me gustó mucho hallar ese piropo dicho a nuestros antepasados indígenas, dueños de cualidades y virtudes que nosotros ignoramos. Si las conociéramos quizá las podríamos imitar.
¡Hasta mañana!...