Yo digo que no se ha de perder el tiempo enseñando en tres años en la escuela lo que una calculadora electrónica puede hacer en tres cienmilésimas de segundo.
No soy enemigo de las matemáticas, aunque ellas hayan sido siempre enemigas mías. Entiendo que el razonamiento matemático es muy útil para aprender a razonar matemáticamente. Es como el ajedrez: no te sirve para la vida, pero sí para el ajedrez.
El tiempo que los niños y los muchachos pasan en la escuela debería aprovecharse para enseñarlos a ser seres humanos. Es decir para que aprendan el valor del bien y la verdad, de la belleza y la justicia, de la tolerancia y el respeto a los demás; para que aprendan a amar y respetar la vida en todas sus manifestaciones...
Dicho de otra manera, en la escuela hay que enseñar lo que no puede hacer una maquinita de dos dólares.
¡Hasta mañana!...