Las fiestas.
Los regalos.
La expresión de los buenos deseos.
Los abrazos.
Las cálidas reuniones familiares.
El encuentro con los amigos viejos.
La vuelta al hogar paterno; el regreso a la ciudad de nuestro origen.
El canto de villancicos olvidados; el rezo de aquellas oraciones más olvidadas aún.
Y compartir con los pobres el calor de la bella temporada.
Es muy importante poner cada año todas esas acciones en la Navidad.
Pero es más importante la Navidad que pongamos en nuestras acciones todo el año.
¡Hasta mañana!...